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Foto: Eyescream Productions. GuacamoleProject.com (c) 2013 |
La
vieja escuela del METAL, por siempre y para siempre
Por Carlos Zaldívar
Eran los inicios de la secundaria en el CEL en 1982, y aquel día
llegó mi compañero de salón, el “Igor”, con un LP gris, que denotaba en la
portada un logo grande rojinegro que decía: “Saxon” y con el nombre del disco “Denim
And Leather” y hasta abajo una alas de águila bien extendidas.
Ni lo pensamos dos veces cuando en la tarde ya estábamos en mi casa
grabando en cassette las rolas de “Princess of the Night”, “Never Surrender” y “Play
it Loud” hasta terminar con broche de oro con “Denim And Leather”. ¡Fantástica
banda!
¿Quiénes eran, de dónde venían y qué otros discos había de ellos?
Fueron cuestiones que hicimos toda la tarde. No teníamos respuestas, aún.
Eran muy pocos lugares donde podíamos comprar LP’s importados, pero
finalmente a la semana tuvimos la respuesta: Es una banda inglesa y tiene otros
2 discos anteriores: “Wheels of Steel” y “Strong Arm Of The Law”, ambos del año
1980.
Meses después descubrimos que hubo un primer disco, el cual se
titula “Saxon” y es de 1979 pero nunca supimos, en aquel entonces, por qué no
había “pegado”. Hoy, pues con la tecnología a nuestro alcance, ya sabemos quiénes
eran los productores, las ventas, títulos y pormenores nunca contados sobre la
discografía.
Terminaba tercero de secundaria y ya me consideraba mega fan de
SAXON, y mi necesidad de conseguir “Wheels of Steel” y “Strong Arm Of The Law”
era mi prioridad inmediata. Fue toda una necesidad.
La información y literatura acerca del ROCK aquí en la ciudad era
muy poca. Revistas dedicadas a esta forma de vida eran pocas y la información
se desplazaba lentamente.
Finalmente, en una tienda remota donde se conseguían discos
importados, allá por la zona rosa, pude encontrar y COMPRAR aquellos dos
álbumes extraordinarios.
Luego entramos a la época de la preparatoria, y ¡Madres! Para 1983
pude comprar en siguiente LP de nombre “Power And The Glory” de 1983. Amo ese
álbum, y es que lo compré ya en época donde me preparaba para irme de viaje a
las Olimpiadas de Los Angeles, y pensé en disfrutar al máximo esos discos y en
el viaje, poder conseguir lo más que pudiera de SAXON, incluyendo su primer LP
homónimo.
Fue una época de mucha emoción, de puro, total y absoluto METAL
clásico de la “nueva ola inglesa”.
Biff Byford (pensé que así se llamaba y años después supe que su
nombre es Peter y su apodo, Biff), Graham Oliver, Paul Quinn, Steve Dawson y Pete
Gill; fue una de las mejores alineaciones que más me llenaron el alma. Otras
era la de Sabbath, Priest, Scorpions, Kiss y Purple; pero ésta de SAXON tenía
algo de valor y sentimientos agregados que aún no puedo descifrar. ¡Grandiosos!
El éxtasis estaba por llegar. En segundo año de preparatoria, ya
contaba con mi boleto de avión para Los Angeles y a disfrutar de las
Olimpiadas. De hecho ya tenía una larga lista de álbumes por conseguir, cuando
algunas semanas antes de partir me entero de que SAXON editaba su sexta
producción bajo el nombre de “Crusader”. A trabajar se ha dicho y manos a la
obra. Pude ahorrar para poder comprar tantos álbumes, vendiendo “placas de zinc”
con nombres grabados, mismos del material que utilizaban los periódicos
capitalinos para imprimir sus noticias; además de hacer cuatro rifas de cajas
de vino que me habían regalado anteriormente. Así que de esta manera pude
juntar un buen fajo de billetes verdes que iban a ser destinados para la
adquisición de varios álbumes de METAL, de entre los cuales sobresalía el “Crusader”…
Ansia y desesperación para subirme al avión, bajarme e ir directamente a Music
Plus o a Tower Records, la que encontrar primero.
También durante ese año escolar, fue tanta mi euforia por la banda y
mi fanatismo que me dediqué a diseñar y vender “calcomanías” de bandas de
metal. Compré “papel contact” en el súper y dibujaba los logotipos sobre él,
para luego recortarlos y venderlos. El precio de cada calcomanía era de 4 pesos
(de aquellos viejos pesos) y principalmente vendí de “Motörhead”, “Scorpions”, “AC/DC”
y de “SAXON” obviamente, sólo que de este último logotipo lo vendía en 6 pesos,
pues usaba doble papel contact y el diseño era más delicado, por no decir de
mucha más POCA MADRE… ¡Increíble que aún guardo mi portafolio con algunas
calcomanías de esas! Es un samsonite negro, mismo que utilizábamos de “bobsleds”
en las escaleras del colegio.
En ese entonces ya sonaban demasiado en mi cabeza rolas como “Motorcycle
Man”, 747 (Strangers in the Night)”, “Wheels of Steel”, “Machine Gun”, “Heavy
Metal Thunder”, “20 000 ft”, “To Hell And Back Again” y por supuesto “Strong
Arm Of The Law”… Todas grabadas en tres cassettes pioneer de 60 minutos, y que
tocaba una y otra vez, en altos decibeles hasta que mi abuelita me gritaba que
le bajar porque sus oídos ya sangraban.
Seguramente cuando partí de viaje, todos descansaron en casa.
Con un número infinito de aventuras, desde que llegué al aeropuerto,
chamaco imberbe y totalmente sólo… pude llegar a la tienda de discos Music
Plus.
Salí casi gritando de alegría con el “Crusader” en mis manos.
A ponerlo en el tornamesa y grabarlo inmediatamente en cassette
porque luego lo repetiría interminables veces: “The Crusade Prelude” y “Crusader”.
Bueno, de hecho al día de hoy repito esta introducción con tan maravillosa rola…
una y otra vez... una y otra vez… hasta “rayar” el archivo mp3 de mi lap.
Con esa rola y el mismo video tiene cualquier ser humano tremendos
orgasmos cerebrales. ¡SAXON!
Estas dos rolas son las que enaltecen el álbum, además vienen rolas
como “Just Let Me Rock” y el cover “Set Me Free” (Hubo en aquella época varias
bandas que hicieron el mismo cover de la misma rola de Sweet) y “Rock City”. No
cabe duda que para ese año, “Crusader” fue el LP del año, y del lustro, sin
lugar a dudas. Aún recuerdo esos momentos y mi piel se eriza.
El siguiente ciclo escolar fue un tanto turbio, pues todo inició con
la pérdida de mi vuelo (a propósito) de Mexicana de LA a MEX, porque tres días
después estaría la Bandota Judas Priest en el Irvine Meadows, ya era julio de
1984. Y por esa misma razón no presenté unos exámenes en el colegio y bueno,
total que me tuve que cambiar de colegio, pero como diría mi abuelita, ya “Lo
Bailado Nadie Me Lo Quita”… Y así es, aún en este momento en que escribo estas
líneas puedo gozar tanto placer METALERO de aquella época y que prevalece en mi
alma y mente…. Por siempre.
Así que con tanto “desmadre” académico que ocasioné me perdí cuando
salió el álbum “Innocence Is No Excuse”. Por supuesto que lo conseguí, pero
meses mucho después.
Y también ya existía un álbum en vivo grabado anteriormente, de
nombre “The Eagle Has Landed” con una portada maravillosa negra con rojo y al
centro las alas extendidas de una enorme águila.
Al día de hoy, este álbum no puede faltar en la discografía personal
de cualquier rocker@... ¡NO puede faltar! Amén de que es considerado uno de los
mejores álbumes en vivo del METAL.
Me estaba inscribiendo en la universidad, cuando al bajar por
Tecamachalco hice escala en el Gran Bazar (de Aurrerá) del Toreo, si no mal
recuerdo, a comprar algún encargo de mi madre. Y como siempre, en los mandados
la primer escala se hacía en los pasillos del departamento de “Discos y
Cassettes”, y ¡Madres otra vez! Ahí estaba en producción nacional el LP de
SAXON, de nombre “Rock The Nations”.
De hecho aún lo tengo con su envoltura (creo que celofán) y con su
precio de etiqueta amarilla que dice: $ 750 pesos (sip, de aquellos viejos).
Y de nuevo a organizar el ritual de la grabación a cassette. Ya les
había llamado por teléfono a mis brothers celenitas, Armando Rodríguez, José
Manuel Galíndez y Manuel Castillejos, quienes el fin de semana, creo que fue
desde el viernes, llegaron cargados con cassettes vírgenes y ¡A grabar se ha
dicho!
¡Que Bandota queridos dos lectores!
¡Qué Bandota!
El auto estéreo ya tenía la tecnología de “Auto Reversible” y era
maravilloso cuanto iniciaban los primeros treinta minutos con The Crusade
Prelude” y “Crusade”, terminaban y volvía a iniciar el “otro lado del cassette”
con las mismas rolas al inicio.
¡Maravilloso!
Para este año, aún llevaba mi portafolios a la universidad con las
calcomanías de “Motörhead” y “SAXON”, y por supuesto que por esa razón tuve
otros dos compinches metaleros: José Luis González y José Luis del Águila. Ya
decíamos que SAXON regía nuestras vidas. Y así es.
Pasaron dos larguísimos años y ya no estaba en la misma universidad.
Pero en el trabajo, encontré a mi brother, el sultán mayor, Memo Sandoval con
quien en una escapada al Aurrerá más cercano, pude conseguir el nuevo álbum de
SAXON, de nombre “Destiny”, el cual pasó como que muy rápido y lo disfruté
poco. Fue una época difícil en cuestión de salud y de trabajo. De hecho
llegaron en 1991 “Solid Ball of Rock” y en 1992 “Forever Free”, los cuales no
pude comprar en tiempo y forma.
Pero siendo fan de SAXON y otras bandas de metal, y haciéndolas mi
religión oficial, salí adelante.
Para 1995 ya estaba más que puesto para nuevos proyectos de vida y
trabajo, y entonces retomé las riendas del METAL, y en instancia primera me
enteré que venía el nuevo álbum: “Dogs Of War” y ahí estuve, al pie del cañón
para adquirirlo. Este álbum guarda un estilo algo diferente al Power mostrado
en los anteriores, es un poco más elaborado y sin mucha parafernalia en acordes
y ritmos. Lo considero de composiciones sencillas pero con mucha fuerza
rockera. A varios seguidores no les gustó mucho, pero hay que tener un buen
oído bien educado para entenderlo.
Y SAXON seguía vivo, a pesar de algunos cambios en su alineación
original
Pero eso sí, al siguiente año se descuelgan con la producción en
vivo y lanzan “The Eagle Has Landed II” de 1996 siendo un álbum doble, del cual
no me separaba ni un solo segundo en clases de la universidad (segunda ocasión,
segunda carrera)
¡SAXON! Siempre soñando con SAXON y con la esperanza de que algún
día los pudiera ver en vivo. ¡Sería increíble!
De hecho para esta época ya habían venido varias bandas del METAL
underground y una que otra para las masas, como Guns & Roses y Van Halen.
Así que mi esperanza que inició con un sueño desde la secundaria, empezaba a
crecer.
Siempre que leíamos algo sobre bandas de metal, nos imaginábamos
¿Cómo sería verlos en vivo? Era algo muy inusual, además de que en TV los pocos
videos que pasaban eran de bandas más comerciales.
SAXON es una banda SAGRADA.
Y así llegaron sin más anécdota que contar, los álbumes “Unleash The
Beast” en 1997, “Metalhead” en 1999, “Killing Ground” en 2001, “Lionheart” en
2004 y “The Inner Sanctum” en 2007. Todos en tiempo y forma.
¡Ah! Pero sí hay una anécdota muy buena; y es cuando editan una
compilación de éxitos en 1997 bajo el nombre de “A Collection Of Metal” donde
se desprende un cover a Christopher Cross, y es la aplaudidísima “Ride Like The
Wind”.
¡Increíble SAXON! Con este cover, el cual lo mejoró en su totalidad,
en ritmo, armonía, arreglos y por todo, absolutamente todo. Ahora ese álbum se
convirtió en una necesidad. Con mi primo Hugo, había platicado sobre a ver quién
la conseguía primero.
Para febrero de 1998, el cd estaba en mis manos, y en ese mismo mes
llegué a festejar su cumpleaños con el cassette grabado con ese álbum. Aún lo
conserva. Aún es un clásico. Aún existen los excelentes recuerdos que SAXON nos
dejó en aquel entonces.
“Into the Labyrinth” llegó en 2009, y ya contábamos con la
tecnología de la Internet y el quemar CD’s con música. Este álbum fue una
maravilla que pude adquirir de importación en el Bazar de Peri Coapa. Y recién
adquirido, un ritual casi igual como el anterior, sólo que ahora en lugar de
cassettes, los quemaba y los podía compartir.
Desde “Battalions of Steel” la primera rola hasta “Live To Rock” se
tiene toda una experiencia musical inolvidable. ¡Por favor! Que ya venga SAXON
a México.
Pasaron dos larguísimos años, y SAXON había confirmado su visita a
esta Ciudad si no mal recuerdo dos o tres veces, mismas que las tuvo que cancelar…
Ya se imaginarán le emoción y el coraje de las noticias. Siempre a
la espera y siempre la gran decepción. ¡Bendita Sea! No puede ser, pero como
bien dice el dicho, “la esperanza muere al último”, además seguían tan vivos
como nunca, eso sí: Reloaded, ya que Graham y Dawson se habían separado de la
banda por cuestiones personales y formaron la suya: “Graham & Oliver Saxon”
pero esa es otra historia.
Así que Biff y Paul vuelven a traer a Nigel y como que rejuvenecen.
Tan sólo dos pequeños años, pero como dije, fueron inmensamente
largos, para que finalmente sacaran al aire el nuevo material: “Call To Arms”
en 2009.
Es un disco similar al de “Dogs of War”, muy bien elaborado, con
mucha paciencia y con mucho tema para discutir, ya que en lo personal esos dos
años sin gira, como que el regreso era más esperado, y no fue así; fue lento, y
con pocos hits, además de que también cancelaron, no nada más aquí en México,
sino otros compromisos ya adquiridos con anterioridad.
Aun así, simplemente al mencionar “SAXON”, la piel se eriza.
Para diciembre de 2012 se anuncia que “SAXON” vendría a la ciudad y
que además en febrero de 2013 lanzarían su nueva producción bajo el nombre de “Sacrifice”.
¡Hell Yeah! Ahora sí, estaba seguro que no cancelarían y que era mi
obligación como fiel fan desde hace más de 31 años, estar en primerísima fila…
Y así fue.
Para navidad de 2012 ya tenía mi boleto en mano, y el “countdown”
inició.
Quería que Cronos apresurara su tarea con el tiempo y que cada
minuto durara tan sólo 10 segundos… ¡Ya por favor!
Y pasaron las fiestas y desmadres de la navidad y año nuevo lleno de
cursilerías y a mí lo que me urgía era que llegar el domingo 24 de marzo…
¡Inmediatamente!
Y luego llegó enero y tuve la oportunidad de bajar el disco de “Sacrifice”
y disfrutarlo con mucha antelación.
Suenan totalmente rejuvenecidos y volvieron al sonido clásico del
METAL de la vieja escuela, a sus inicios de 1981 y 1984… ¡SAXON! Era nuevamente
SAXON.
Y llegó febrero…. ¡Carajo! Ya que pase el día de la constitución,
del amor y la amistad, de la bandera y tanta madre… ¡Pero ya quiero que sea 24 de marzo!
Y que llega marzo.
Y a contar los días. Y SAXON anuncia que harán sesión de autógrafos
un día antes del concierto, para el sábado 23 de marzo.
Finalmente, el sábado 23 estaba llegando a la tienda Monster 666 de
la Colonia Doctores, en punto de las 3 pm. Esperé una hora y al filo de las 4
de la tarde, la hora programada, pasamos en grupos de 5 para que nos firmaran
dos “souvenirs” o “discos”. Yo llevé una playera impresa con el “promo” anunciando
la sesión de autógrafos.
Pasé y en ipso facto, al estar frente a BIFF BYFORD, me hinqué y le dije:
“Master:
You’d change my life, Thanks”.
Foto de un Nuevo amigo y a la posteridad. Algo similar con Paul
Quinn, pero con BIFF ya es una inolvidable experiencia, el tener a uno de tus
ídolos y poderle hablar y saludar por lo menos durante 1 minuto.
Amén.
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Foto: Eyescream Production. GuacamoleProject.com (c) 2013 |
Y el domingo 24 amanece soleado el día, para que a la 1 de la tarde
emprendiéramos (mi esposa y yo) el viaje al a Ciudad, en específico a la
Colonia Condesa, esa donde hay más perros que habitantes.
Los nervios me delataban con el sudor en las manos, y no era para
menos; finalmente iba a admirar y a escuchar a una de las más grandes bandas de
METAL y de cualquier género musical al filo de las 8 de la noche: SAXON.
Comimos, luego fuimos por unas cervezas, luego volvimos a comer, luego
por más cervezas, luego por un postre, luego caminamos, más cervezas,
caminamos, postre, comida, cerveza, comida, caminamos, cerveza, comida, postre,
caminamos… etc… hasta que llegamos a realizar el ritual de la playera y los
souvenirs.
Playeras puestas, fotos y entramos, obvio por más cerveza.
Mi brother Alejandro Corral, se veía ansioso y nervioso igual que
yo. Ahí estábamos los tres, ya contando los minutos para que dieran las 8 de la
noche.
Tic… Tac… Tic… Tac… Tic…
Ocho de la noche en punto y los coros de “Oeeeee Oeeeeee OeOeOe…
SAXON… SAXON…” se dejaban escuchar por todo el interior del Plaza Condesa.
Se sentía la embriaguez y desesperación ya por ver a ese quinteto
inglés.
Y en punto de las ocho horas con cuatro minutos, que se apagan las
luces y se escuchan los acordes de “Sacrifice”, y que inicie la SAGRADA MISA al
puro estilo inglés de la vieja escuela del METAL.
Y a partir de ahí, nos olivamos de toda realidad para no dejar de
brincar, alabar, cantar, gritar y todo gesto que aguante el cuerpo.
¡Finalmente GRACIAS BIFF, NIGEL y PAUL!
Un breve “Mexico City” y continúan con “Chasing the Bullet”. ¡Uts!
Todo el recinto estaba que ardía en placer.
Y a la tercera rola, todos botamos al ritmo de “Power & The
Glory”… Puro éxtasis emocional, y apenas empezaba y no sabíamos o que vendría después.
Llegaron “Made in Belfast”, “To Hell And Back Again” y “Wheels of
Terror”, para que los aplausos y los cuernos del METAL siempre estuvieran
arriba.
Los decibeles altos y el sonido perfecto, ni una falla…. Sabía
perfectamente que al día siguiente mis oídos estarían dopados y tapados al
máximo, pero es parte de esta “forma de vida” del metal.
Llegó “I’ve Got To Rock (To Stay Alive)” y por supuesto que es la
rola del evangelio de cualquier headbanger: “‘Cause Rock And Roll is my religión and my life” (Ozzy)
Y Biff, frente al micrófono nos indica que:
“I’m
gonna give you an advice….”
Y ¡Diablo Santo! Después de:
“…Never Surrender”
Aparecen los acordes de “Never Surrender”… Y para esta rola ya
estaban mis venas que el líquido que transporta estaba a punto de ebullición,
los oídos al máximo en recepción de decibeles y el alma que quería salir y que
se regresaba por más…
¡SAXON! ¡SAXON!
Continuaron con “Conquistador” y después de una introducción breve
se lanzan con la ostentosa “20,000 feet”.
Ya pocos dejaban de brincar, era la algarabía en todo su esplendor,
mismo efecto en que la Princesa le roba un beso al Sapo y es algo tan inusual e
increíble que todos, pero absolutamente todos convergen en los mismos
sentimientos.
Metal Inglés verdadero… y que jamás morirá.
Y no faltaba más, queridos dos lectores, cuando llega “The Eagle Has
Landed”, en una interpretación tan inusitada, que fue en este momento en que
pocas lágrimas iniciaron su descenso por mis mejillas. No lo podía creer, ahí
estaba yo, presenciando un majestuoso concierto tan esperado, después de casi
30 años. Ya para ese momento éramos en el recinto: SAXON y yo… de fondo, miles de voces y gritos que se
perdían en la atmósfera.
Pasaron lista también “Stand Up and Fight”, “Solid Ball of Rock” y “Metalhead”,
para que luego Biff tomara el micrófono y dijera:
-
“Tomorrow we’ll fly to Sao Paolo”
-
Buuuuu –
exclamamos.
-
“And the day after tomorrow, we’re going to
Buenos Aires”
-
Buuuuu –
exclamamos.
-
“And then, we’re going to Venezuela”
-
Buuuuu –
exclamamos
-
“But now, WE ARE IN FUCKIN’ MEXICO!”
-
YEAH!
Y a los milisegundos después de mencionar Mexico, todos los fieles
ahí presentes aumentamos los decibeles permitidos para sobrepasarlos, y
¡Madres! Que se lanzan con “747 (Strangers in the Night)”.
Simplemente “SOBERBIA”. Una rola que de igual manera entonamos,
coreamos, gritamos y rebotamos. La euforia ya no sabía por dónde salir, de
tanta emoción y felicidad, y apenas unas dos que tres lágrimas siguieron el
paso de las primeras. Cayeron y se apagaron.
Atendimos al escenario y siguieron con “Rock And Roll Gypsy”, pasmosa
rola dedicada a todas las damas metaleras y no metaleras presentes en el Plaza.
No, no… no… no… ¿De dónde produce más adrenalina nuestro cuerpo?
Porque el mío ya estaba produciendo de más. “Wheels Of Steel” hace presencia y
aún con más fuerza todos cantamos y gritamos, y continuó la maravillosa “Crusader”.
En este momento, el clímax era superlativo.
Todo el cuerpo estaba siendo poseído por las alas de “The Eagle”
viendo a la manta trasera con el logo de “Sacrifice” y la sagrada palabra de “SAXON” arriba; quería
volar, escapar, pero nuevamente el alma retornaba a su punto de origen… porque
aún faltaba el encore.
Con “Crusader” fue un momento de mero placer musical y un éxtasis
emocional indescriptible…. Y aún faltaba más.
Se despiden, pero no tardaron mucho en regresar para terminar con
cuatro rolas inigualables en calidad. SAXON confirma con este encore del por
qué aún mucha gente ni los conoces ni los entiende.
SAXON no es para cualquier, no es una banda “más del montón”.
Retozamos tanto de alegría cuando llegó “Heavy Metal Thunder”…
¡Thunder!, ¡Thunder! Proferíamos con fuerza.
“Strong Arm Of The Law” nos provocó más euforia y delicia, que nunca
pensé en sentir, después de haber asistido a cientos de conciertos durante ya
casi más de 29 años.
No pensé que se aventaran “Denim And Leather”, pero sí. Y fue en
esta rola, en este preciso momento de gritar “Denim And Leather…” en que las
reminiscencias escondidas en mi cerebro, volvieron a revolotear y llegaron al
primero momento que describí en esta reseña. Aquel disco de “Denim and Leather”
es ya de grandes efemérides y momentos.
Y finalmente, y con una dedicatoria muy especial, llegó la que tanto
pedíamos: “Princess of the Night”.
¡Qué más placer se puede pedir!
Ya las lágrimas descendían una tras otra, fue demasiada conmoción y encanto
musical.
SAXON por los siglos de los siglos….
Y aún sigo extasiado, sordo, emocionado y con la esperanza de
volverlos a ver.
Con una pequeña dedicación y admiración a quienes encontré en este magno evento: Mis primos Hugo y Fernando, Mis brothers: Alex, Jonathan, Edu, Fernie y Armando; y obvio a mi esposa (¡Y que le fue gustando!)
P.D. Y pude compar las pulseras, incluyendo una para mis "aprendices headbangers".