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TREN MONTEALTO
Nuevamente en el Bull Pool, para puros cuates.
Por Carlos Zaldívar
El sueño de todo melómano es que su banda favorita
toque en su cumpleaños o aniversario.
Apenas el miércoles pasado fui al Amapola Music Hall a deleitarme con esta banda muy prometedora y quedé sorprendido de su profesionalismo. Es más, escribí que para el siguiente sábado esperaba más sorpresas. Y es que no es una banda repetitiva en sus presentaciones, es una banda que sabe salir adelante, improvisa y sobre todo, le pone nuevos sabores a sus rolas.
En esta ocasión, sábado, la cita fue en el ya reconocido bar de Satélite, el Bull Pool a las 10:00 horas de la noche. El bar, casi vacío. Se esperaba más gente.
Estaban anunciados otros 2 grupos: “The Black Lions” y “Tornavox”. Lamentablemente (o afortunadamente) no se presentaron a su COMPROMISO. ¿Acaso sería porque a esa hora se transmitía un partido de fútbol? Sólo ellos lo sabrán.
Cheyk, Beto, Edoardo y Erick platicaban con los pocos asistentes al evento.
Les reconocí nuevamente su carisma y sinergia que tienen como banda musical, algo que muy difícil se logra conjuntar en las bandas.
Hoy, a esos “grupetes” pre fabricados sólo les importa la comercialización de un disco y salir en telehit. Y está bien. También para “esos” hay fans.
¿Cuánto va a vivir Tren Montealto? Fue una larga discusión entre mesas de bar, algunos comentarios muy acertados y otros específicamente divagaron en lo imaginario.
– Tren Montealto es mi vida – comentó Beto, aún delicado y convaleciente de una enfermedad. Y lo han comprobado, la música es su vida.
Sencillamente por esta circunstancia, estimados lectores, les aseguro que será “Larga Vida a Tren Montealto”.
Así que sin más ni más y pasadas las 10:30 de la noche, dieron inicio a una súper tocada que para mí, sería espectacular.
¿Asistentes? Pues acaso logré contar 32 personas, ¡y la tripulación del Bull Pool!
Los trenecillos dejaron de esperar a los otros grupos, pues pudieron haber llegado tarde, pero jamás se aparecieron, y como todos unos profesionales subieron al escenario a presentarse y se arrancaron con “Volando”.
Me sentí como muy halagado, hasta solitario. Mirando alrededor y ver espacios vacíos que hicieron imaginarme que era un concierto exclusivo y elitista, sólo para mí, para festejar mi cumpleaños o mi aniversario de boda o alguna otra fecha importante.
La banda hizo acertados comentarios acerca del público y muy emocionados siguieron con las demás rolas.
El setlist fue el mismo del miércoles pasado. Esta vez sin rotura de cuerdas en la guitarra y sin tanto bullicio de meseros. Fue un CONCIERTO PRIVADO, puros cuates y la tripulación del Pool.
Disfrutamos del concierto en un nivel descomunal. ¡Qué bárbaros los ferroviarios!
Terminaron la tocada, y como ellos afirmaron: – No pidan más, porque ya no tenemos más rolas –
Y ciertamente así fue. Ahora el trabajo debe continuar con la composición de más temas y preparase para la edición de su álbum debut.
Amigos ferroviarios: Nunca dejen la pasión por la música, sigan adelante porque el futuro es muy prometedor para su banda.
¡Enhorabuena chavos!
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