Bukowski y Schopenhauer me hicieron nihilista
Ídolos y personajes admirables, por décadas
Obras que se acoplaron a mi persona
Obras que imitaron a mi alma
Esa alma que no existe, pero la tengo en mis manos
Épocas más tarde, has llegado.
Eres nihilista, dices…
Y entre seducción y seducción
Caí en tus redes, en tus dimes y diretes
Nihilista, dices ser
Presumes de no saber expresar ese sentimiento
De no saber extrañar, y no decirlo
Pero lo demuestras
Y nada pasaría, porque nada quieres
Tiempo diminuto ha pasado
Y en una sonrisa tuya, suave y tierna
Y una lágrima mía…
No somos nihilistas
No somos, pero que no lo sepan
Que siga siendo... un secreto de amor
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