THE GATHERING
La evolución musical donde dios constata su existencia, a través de Anneke y los hermanos Rutten.
Por Carlos Zaldívar
Todo sucedió en el país de los molinos de viento. Ese que se encuentra en la parte baja de Europa y cuyo ambiente musical ha prosperado rápidamente, concretamente, en la ciudad de Oss. Aquí en esta ciudad holandesa, los hermanos Hans y René Rutten, junto con el vocalista Bart Smits decidieron formar una banda musical, a la que posteriormente se les unieron Hugo Prinsen, Jelmer Wiersma y Frank Boeijin. Curiosamente todos tenían gustos y adicciones musicales diferentes pero coincidían en el metal (como algunos que se hacen llamar “Sultans of Swing”) y entonces se dieron a la tarea de editar su demo en 1990, titulado “An Imaginary Symphony”. Su música parecía imitación de otras bandas, y realmente así sonaban. Si escuchamos sus primeros álbumes algunas rolas parecieran sonar a Morbid Angel, Death Angel, Acrophet, Death, Holy Terror y hasta Entombed. Pero no todo sería así. Para abril de 1991 editaban otro demo bajo el título de “Moonlight Archer” y esto causó que ya fueran requeridos como teloneros para bandas como Samael, Morbid Angel y Death, además de abrir para Deadhead e Invocator.
Entonces surge su primera obra musical, “Always” editada en 1992, y aquí deciden que la voz de Smits debería ser acompañada por una voz femenina, por lo que recurren a los servicios de Marike Groot, obteniendo una sensacional combinación de sonidos. Además la inclusión de teclados que no era muy común en una banda de metal, les daba un giro a un “metal más melódico y sensible”. Esta cuestión de los teclados para una banda de tal magnitud, creo yo, sólo se le perdonaba a Black Sabbath y a Deep Purple.
Para ese entonces se le calificaba a The Gathering como un grupo de doom metal o gothic metal…
Posteriormente los vocalistas ya no encontraban compatibilidad de caracteres entre ambos y decidieron separarse de The Gathering, así que los hermanos Rutten se dieron a la tarea de buscar nuevas vocales para la banda.
En 1993 lanzan “Almost a Dance” y como vocalista reclutan a Niels Duffhues y en la parte femenina a Martine Van Loon.
Finalmente, para el año de 1994, la magia llegó. Una mujer con una voz angelical y una personalidad que al escucharla se entonan los himnos celestiales y a opinión de ellos mismos, se formó una música atmosférica tan elevada y perfecta que hoy sigue subiendo al cielo… por esa escalera.
Desde entonces, muchos autores califican a The Gathering, como una banda de metal atmosférico, pero creo que va más allá, de atmosférico, melódico hasta un pop fuerte o un metal progresivo sensible o también un metal angelical y lleno de dulzura que bien se refleja en la piel de Van Giersbergen; o un metal audio visual… porque fue esta parte, la visual, que me motivó a maravillarme con el concierto que describiré más adelante.
Así, iniciaron las giras por la misma Holanda y se extendieron hasta Bélgica y Alemania, logrando tremendo éxito gracias a las composiciones de Van Giersbergen y a los arreglos de Hans, René, Frank y Hugo.
¿Qué influye en una banda para que tan rápidamente se gane la admiración y respeto de su público, en todos los sentidos? Porque hay una diferencia, donde me puede gustar mucho la música de una banda, pero no al grado de admirarlos y respetarlos.
¿Realmente será magia? ¿Anneke será ciertamente un ángel caído del cielo?
La respuesta está en los siguientes años y se refleja en sus álbumes.
Para 1997 lanzan “Nighttime Birds” y ahora el tour abarca casi toda Europa, incluyendo además a Francia e Italia entre muchos otros, y al finalizar esta gira, en 1998, Jelmer se retira de la banda para seguir su carrera solista.
Así, tras esta salida, la banda y la magia de Anneke vuelven a emerger y ahora incluyen nuevos instrumentos y técnicas, principalmente los efectos en la guitarra de René Rutten, que son realmente tan impresionantes como para dejar boquiabierto a cualquier “guitar master”. A finales de este año lanzan “How To Measure A Planet?”, un álbum doble, experimental y difícil de comprender; pero para ésto hay que estar en un máximo de tres sentidos y ¡por supuesto que lo entendimos!
La nueva era de The Gathering se estaba definiendo con un sonido excepcional, único y que revolucionó a los géneros del metal. Tanto así que ahora el tour abarcó a varias ciudades de los Estados Unidos de Norteamérica.
Con tan grande éxito y como fieles al metal, no dejaron vender ni su imagen ni su música, y mucho menos caer en la comercialización, así que fundaron su propia casa disquera “PSYCHONAUT RECORDS” y volvieron a editar sus primeros álbumes, incluyendo su primer álbum en vivo denominado “Superheat” en el año 2000. Y también para este año lanzan su reciente material que se incluye en una compilación de nombre “if_then_else” y con la gira de este álbum incluyen a México. ¡Pues claro que tenemos derecho al acceso al metal del primerísimo mundo!
Llega un merecido receso, sin olvidar que el compromiso de continuar el trabajo para el álbum que se proyectaba lanzar en el 2003, pero mientras y en curso de este receso lanzaron un mini CD que lleva por título “Black Light District” y que sirvió para festejar sus doce años y medio de trayectoria musical.
Un receso que dedicaron a sus vidas personales, a actualizarse, a crecer y madurar musicalmente. A acrecentar el intelecto y tener armas para componer con mejores bases, sentimientos y una alta calidad emocional (Basta con escuchar “Saturnine”).
Anneke Van Giersbergen da a luz a su primer hijo Finn a principios del año 2005, haciendo mención que de los casi cien conciertos que dieron en el tour del 2004, 48 de ellos fueron en el maravilloso estado del embarazo. Que goce de Finn, al escuchar a su madre desde el mejor auditorio con la mejor acústica que pueda existir en el planeta: “el vientre materno” (recuerdo a mi hija Regina, cuando en similar auditorio escuchaba a Alan Parson’s Project con su “Games People Play” y se emocionaba).
Esta vez, el diez de marzo, pisarían por tercera vez el ya tan prestigiado y reconocido por la UNESCO, recinto de La Viga, el “CIRCO VOLADOR”, para presentar su metal emocional, experimental, atmosférico y hermoso.
Ahí estuvimos, en un lleno total con bastante calor y en lo personal, con la incógnita de lo que sucedería en cuanto Anneke pisara el escenario. ¿Pasaría lo que en el caso de Tarja Turunen? ¿Me quedaría perplejo ante su persona? No lo sabía. Anneke no es muy fotogénica, y su belleza no podría ser tanta como la de Tarja (Nightwish) o de Simone (Epica) pero tiene mucho más personalidad que impone y sobre todo, con un vaivén tan sensual que produce al cantar que cualquiera caería a sus pies (el escenario me quedaba un poquito alto) y además una vestimenta que para cualquier otro estaría fuera de contexto. Esta noche, lució una playera sin mangas, sencilla, de color negro, al igual que unas bermudas y unas botas largas… y obvio sus tatuajes del color de la ropa. Dudo que se la imaginen como yo, así que tendrán que verla cuando se presenten próximamente en esta ciudad.
No quedé tan (pend…) perplejo como con Nightwish, pero definitivamente a Anneke la estuve admirando, respetando y siguiendo algunas de sus composiciones tan profundas. La admiré por su belleza, su persona, su obra musical, su interpretación y su “actuación” tan real en cada rola, que bien valieron las decenas de aplausos que le ofrecimos.
En cada rola se posesionaba del personaje, tanto que cuando interpretó “Saturnine”, estuvo a punto de llorar. En otras rolas brincaba de alegría, en otras tantas bailaba y a veces se paseaba como una doncella en el jardín de su reino y nos invitaba a saborear ese manjar tan exquisito que es este “metal precioso”. Sus sentimientos se reflejaban en su delicado rostro tan inocente y sutil, sostenido por esas extremidades bellas y curveadas al estilo de columnas griegas, llenas de arte y que guardan miles de secretos que en futuros álbumes nos lo compartirá.
Esa madurez y crecimiento emocional, sentimental e intelectual se pudieron observar en ese quinteto, en sus poesías, historia y experiencias representadas en canciones para el alma.
Anneke y los hermanos Rutten son acompañados por el tecladista Frank Boeijin y también por la no muy femenina y de rostro triste, Marjolein Kooijman, en el bajo, quien con estas características logró destacar aún más la presencia de la ya Señora Van Giersbergen; simplemente ¡Exuberante!
Al escribir estas líneas aún tengo los decibeles en mi ya deteriorado sentido auditivo de rolas como “Travel”, “Saturnine” y “Eléanor” entre otras… y cabe destacar el poderío que tiene el Circo Volador en cuanto a acústica y que se refleja en todo momento en las percusiones, y aún más cuando los expositores son de “Puro, Total y Absoluto… Metal”
Ahora, dentro de su discografía ya se encuentra “A Sound Relief” (octubre 2005), un DVD doble con un concierto semi acústico y excepcional que constata la calidad de The Gathering, que se llevó a cabo en el “Paradiso” de Ámsterdam; y viene acompañado de un set de entrevistas, reportajes de TV holandesa, TV italiana, algunos flashes donde recolectan las impresiones de otros conciertos del tour del año 2004 y algunos videos promocionales de los cuales destacan “The Big Sleep”, “Alone”, “Broken Glass”, Red Is A Slow Colour”, “Marooned” y “A Life All Mine”.
Este próximo mes de abril se lanza mundialmente el álbum “HOME”, la obra reciente de The Gathering, y mientras lo disfrutamos, continuaremos soñando placenteramente con Anneke Van Giersbergen… hasta que otro tour nos reúna nuevamente.
Marzo 2006
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