DreamTheater (Oct 2007)


LA NOCHE DE MIKE PORTNOY Y JOHN PETRUCCI

DreamTheater celebrando veinte años de música

Por Carlos Zaldívar

Parece que no quedamos satisfechos (y nunca lo estaremos) de las veces anteriores que han venido los neoyorquinos… Esta vez, celebrando el vigésimo aniversario de una de las mejores bandas del planeta exponiendo la mejor música del mismo, con el mejor de los repertorios que cualquier otra banda envidiaría.

Este gran homenaje a ellos mismos, tuvo lugar en el majestuoso Auditorio Nacional de la Ciudad de México, convirtiéndolo en un auténtico “teatro de los sueños”… donde todos soñamos y nunca queremos despertar.

El dos de marzo fue el festejo, cuando, James LaBrie, John Petrucci, John Myung, Jordan Rudess y Mike Portnoy pisaron por tercera ocasión el escenario azteca para brindarnos uno larguísimo sueño de casi tres horas de metal progresivo.

Pocas veces (muy pocas) he visto el Auditorio tan abarrotado como lo fue en esta ocasión, con diez mil fanáticos de la banda más relevante en esta década y con un gran futuro musical.

DreamTheater fue fundado por Portnoy, Petrucci y Myung en septiembre de 1985 con el nombre de “Majesty”, pero fue hasta el año de 1989 cuando su primera obra sale a la luz con el álbum de “When Dream And Day Unite”, bajo el nombre de DREAMTHEATER y con LaBrie en las voces.

Hoy, después de cinco largos años de aquella visita en el año dos mil, estuve ansioso de escuchar los mejores éxitos de la banda y de sus tres recientes álbumes: Six Degrees of Inner Turbulence, Train of Thoughts & Octavarium…. eso sí, además de esperar algo de Luquid Tension Experiment.

Iniciando el concierto puntualmente y con un “recuento de los éxitos”, fue como un viaje al pasado, un “volver a vivir” virtual y un espléndido sueño al “teatro del ayer”… e iniciaron “THE ROOT OF ALL EVIL” y “PANIC ATTACK” que se incluyen en su álbum reciente “Octavarium”. De ahí presentaron portadas de cada uno de sus álbumes y una rola representativa de cada uno de los mismos, desde “When Dream and Day Unite” hasta “Octavarium”.

Pasaron lista rolas como “THE MIRROR”, “UNDER THE GLASS ROOM”, “WHEN DREAM AND DAY UNITE”, “SACRIFICED SONS”, “I WALK BESIDE YOU”, “A FORTUNATE IN LIES” y “PERUVIAN SKIES” donde incluyeron fragmentos de “Wish You Were Here” de Pink Floyd, y “Wherever I May Roam” de Metallica; y otras rolas más... y créanme, ver tocar a John Petrucci es realmente reconfortante, formidable y con infinitas ganas de que sus dedos no paren de pegarle a esas cuerdas tan maravillosas. A Petrucci se le considera un “Majestuoso de la Guitarra” además de presumir ser músico de estudio, y que además colabora con “Liquid Tension Experiment” al lado de otros majestuosos y con “G3” al lado de Steve Vai y Joe Satriani. Es considerado ya, dentro de los mejores diez guitarristas del mundo, pero indudablemente en un lapso no muy largo estará dentro de los cinco mejores… vivos; una vez que otros de los “grandes de entre los grandes” hayan pasado a “mejor vida” y nos hayan dejado un legado tan extraordinario que sólo nos dediquemos a rezarles... y recordarlos en nuestros oídos.

Por otro lado, Mike Portnoy es uno de los mejores bateristas del planeta y goza de las mismas cualidades que Petrucci. Portnoy es todo un genio de las percusiones, tarolas, platillos y bombos… un malarabista de las baquetas… un semi-dios de la batería y todo un personaje que destaca en cualquier proyecto en que participe. Mike Portnoy, adorado por las mujeres y envidiado por muchos bateristas es hoy por hoy el futuro de las percusiones para la próxima década.

Los legados de Neil Peart, Tommy Aldridge, Cozy Powell, Alex Van Halen, Vinny Appice, Bill Ward, Rick Allen y otros más… descansarán algún día en los brazos de Portnoy.

Juntos, Mike Portnoy y John Petrucci, quienes forman un gran quinteto con el bajista John Myung, el tecladista Jordan Rudess y el vocalista James LaBrie, han estado fabricando un mundo lleno de rolas progresistas, de larga duración y de gran cultura e intelecto. Este mundo es el que vamos a heredar y a seguir escuchando durante varios lustros, porque se fundamenta en aquella famosa frase de Luis Gerardo Salas: “Puro, Total y Absoluto Rock & Roll”… porque DreamTheater es un grupo que no es de nueva generación, y que veinte años no son muchos, pero sí implican una gran experiencia y crecimiento… una inversión que se forja día a día para que nuestros hijos puedan disfrutar de esta maravillosa música.

Fueron largos (y lo sentimos tan cortos) los ciento ochenta minutos del concierto, donde incluyeron un breve intermedio donde el quinteto de DreamTheater se metió (no sé que tipo de droga legal o ilegal, para regresar y tocar de una manera sobrenatural) a descansar para regresar con nuevos bríos y rodeados de ángeles musicales para terminar un gran festejo de aniversario.

Por un momento pensé que podría escuchar algunos de sus covers, pero no fue así, salvo los fragmentos que se incluyeron en “Peruvian Skies”; y resalto que el álbum “A CHANGE OF SEASONS” (1995) es de las más grandes obras musicales en las dos recientes décadas. En esta recopilación mejoraron la obra de Deep Purple, “Perfect Strangers” (opinión muy personal) entre otras que vienen incluidas, y que he disfrutado enormemente a gran volumen, y que mis oídos han gozado de un desgaste en el sentido auditivo. En este EP también se incluyen rolas de Led Zeppelin, Queen y Pink Floyd entre otros, en un maravilloso Medley; además de incluir la amplia obra maestra que lleva por título “A Change Of Seasons”.

También hago mención a un excelente álbum donde rinden tributo a los ingleses de IRON MAIDEN y que lleva por título “THE DREAM OF THE BEAST”… ¡simplemente bestial!

Sin lugar a dudas, las más de tres horas que pasamos en el recinto del Paseo de la Reforma fueron insuficientes, tras el recital de esta banda neoyorquina y aún queriendo un doble encore y soñar hasta con un tercero; pero después del primero, se despidieron, nos agradecieron… y también se llevaron la gratísima experiencia de un público excepcional.

Con una especial dedicatoria a mis jóvenes amigos que se dedican a la música, esperando que pronto estén a la altura de Petrucci y Portnoy… que el ROCK siempre los acompañe.

carlos@zaldivar.org.mx

The Gathering: The Story


THE GATHERING

El cambio radical que hizo que Dios procreara a Anneke y a los hermanos Rutter.

Por Carlos Zaldívar

Todo sucedió en el país de los molinos de viento. Ese que se encuentra en la parte baja de Europa y cuyo ambiente musical ha prosperado rápidamente, concretamente, en la ciudad de Oss. Aquí en esta ciudad holandesa, los hermanos Hans y René Rutten, junto con el vocalista Bart Smits decidieron formar una banda musical, así que posteriormente se les unieron Hugo Prinsen, Jelmer Wiersma y Frank Boeijin. Curiosamente todos tenían gustos y adicciones musicales diferentes pero coincidían en el metal (como algunos que se hacen llamar Sultans of Swing) y entonces se dieron a la tarea de editar su demo en 1990, titulado “An Imaginary Symphony”. Su música parecía imitación de otras bandas, y realmente así sonaban. Si escuchamos sus primeros álbumes algunas rolas parecieran sonar a Morbid Angel, Death Angel, Acrophet, Death, Holy Terror y hasta Entombed. Pero no todo sería así. Para abril de 1991 editaban otro demo bajo el título de “Moonlight Archer” y esto causó que ya fueran requeridos como teloneros para bandas como Samael, Morbid Angel y Death, además de abrir para Deadhead e Invocator.

Entonces surge su primera obra musical, “Always” editada en 1992, y es aquí donde deciden que la voz de Smits debería ser acompañada por una voz femenina, por lo que recurren a los servicios de Marike Groot, obteniendo una sensacional combinación de sonidos; que además con la inclusión de los teclados en una banda de metal no era muy común, daba un giro a un “metal más melódico o con sensibilidad”. Esta cuestión de los teclados para una banda de tal magnitud, creo yo, sólo se le perdonaba a Black Sabbath y a Deep Purple.

Para este entonces se la calificaba a The Gathering como un grupo de doom metal o gothic metal…

Posteriormente los vocalistas ya no encontraban compatibilidad de caracteres entre ambos y decidieron separarse de The Gathering, así que los hermanos Rutten se dieron a la tarea de buscar nuevas vocales para la banda.

En 1993 lanzan “Almost a Dance” y como vocalista encuentran a Niels Duffhues y en la parte femenina presentan a Martine Van Loon.

Finalmente, para el año de 1994, la magia llegó. Una mujer con una voz angelical y una personalidad que al escucharla se entonan los himnos celestiales y a opinión de ellos mismos, se formó una música atmosférica tan elevada y perfecta que hoy sigue subiendo al cielo… por esa escalera.

Desde entonces, muchos autores califican a The Gathering, como una banda de metal atmosférico, pero creo que va más allá, de atmosférico, melódico hasta un pop fuerte o un metal progresivo sensible o también un metal angelical y lleno de dulzura que bien se puede apreciar por la piel de Van Giersbergen; o un metal audio visual… porque fue esta parte, la visual, que me motivó más a maravillarme con el concierto que describiré más adelante.

Así, iniciaron las giras por la misma Holanda y se extendieron hasta Bélgica y Alemania, logrando tremendo éxito gracias a las composiciones de Van Giersbergen y a los arreglos de Hans, René, Frank y Hugo.

¿Qué influye en una banda para que tan rápidamente se gane la admiración y respeto de su público, en todos los sentidos? Porque hay una diferencia, donde me puede gustar mucho la música de una banda, pero no al grado de admirarlos y respetarlos.

¿Realmente será magia’ ¿Anneke será ciertamente un ángel caído del cielo?

La respuesta está en los siguientes años y se refleja en sus álbumes.

Para 1997 lanzan “Nighttime Birds” y ahora el tour abarca casi toda Europa, incluyendo además a Francia e Italia entre muchos otros, y al finalizar esta gira, en 1998, Jelmer se retira de la banda para seguir su carrera solista.

Así, tras esta salida, la banda y la magia de Anneke vuelve a emerger y ahora tratan con nuevos instrumentos y técnicas, principalmente los efectos en la guitarra de René Rutten, que son realmente tan impresionantes como para dejar boquiabierto a cualquier “guitar master”; y a finales de este año lanzan “How To Measure A Planet?”, un álbum doble, experimental y difícil de comprender; pero para ésto hay que estar en un máximo de tres sentidos y ¡por supuesto que lo entendimos!

La nueva era de The Gathering se estaba definiendo con un sonido excepcional, único y que revolucionó a los géneros del metal. Tanto así que ahora el tour abarcó a varias ciudades de los Estados Unidos de Norteamérica.

Con tan grande éxito y como fieles al metal, no dejaron vender ni su imagen ni su música, y mucho menos caer en la comercialización, así que fundaron su propia casa disquera “PSYCHONAUT RECORDS” y volvieron a editar sus primeros álbumes, incluyendo su primer álbum en vivo denominado “Superheat” en el año 2000. Y también para este año lanzan su reciente material que se incluye en una compilación de nombre “if_then_else” y con la gira de este álbum incluyen a México. ¡Pues claro que tenemos derecho al acceso al metal del primerísimo mundo!

Llega un merecido receso, sin olvidar que el compromiso de continuar el trabajo para el álbum que se proyectaba lanzar en el 2003, pero mientras y en curso de este receso lanzaron un mini CD que lleva por título “Black Light District” y que sirvió para festejar sus doce años y medio de trayectoria musical.

Un receso que dedicaron a sus vidas personales, a actualizarse, a crecer y madurar musicalmente. A acrecentar el intelecto y tener armas para componer con mejores bases, sentimientos y una alta calidad emocional (Basta con escuchar “Amity”).

Anneke Van Giersbergen da a luz a su primer hijo Finn a principios del año 2005, haciendo mención que de los casi cien conciertos que dieron en el tour del 2004, 48 fue en el maravilloso estado del embarazo. Que goce de Finn, al escuchar a su madre desde el mejor auditorio con la mejor acústica que pueda existir en el planeta: “el vientre” de su madre (recuerdo a mi hija Regina, cuando en similar auditorio escuchaba a Alan Parson’s Project con su “Games People Play).

Esta vez, el diez de marzo, pisarían por segunda vez el ya tan prestigiado y reconocido por la UNESCO, recinto de La Viga, el “CIRCO VOLADOR”, para presentar su metal emocional, experimental, atmosférico y hermoso.

Ahí estuvimos, en un lleno total con bastante calor y en lo personal, con la incógnita de lo que sucedería en cuanto Anneke pisara el escenario. ¿Pasaría lo que en el caso de Tarja Turunen? ¿Me quedaría perplejo ante su persona? No lo sabía. Anneke es bella pero no muy fotogénica, pero no tanto como Tarja (Nightwish) o Simone (Epica) pero tiene mucho más personalidad que impone y sobre todo con un vaivén tan sensual que produce al cantar que cualquiera caería a sus pies (el escenario me quedaba un poquito algo) y además una vestimenta que para cualquier otra estaría fuera de contexto. Esta noche, lució una playera sin mangas, sencilla, de color negro, al igual que unas bermudas y unas botas largas… y obvio sus tatuajes del color de la ropa. Dudo que se la imaginen como yo, así que tendrán que verla cuando se presenten próximamente en esta ciudad.

No quedé tan (pend…) perplejo como con Nightwish, pero eso sí, estuve admirándola, respetándola y siguiendo algunas de sus letras tan profundas. La admiré por su belleza, su persona, su obra musical, su interpretación y su “actuación” tan real en cada rola, que bien valieron las decenas de aplausos que le ofrecimos.

En cada rola se posesionaba del personaje, tanto que cuando llegó la hora de “Amity” vi que estuvo a punto de llorar. En otras rolas brincaba de alegría, en otras tantas bailaba, y a veces se paseaba con una doncella en el jardín de su reino y nos invitaba a ese manjar tan exquisito que es este “metal precioso” y en muchas otras conjuntaba todo… sus sentimientos se reflejaban en su delicado rostro tan inocente y sutil, sostenido por esas extremidades al estilo de columnas griegas, llenas de arte y que guardan miles de secretos que en futuros álbumes dejarán de serlos.

Esa madurez y crecimiento emocional, sentimental e intelectual se pudieron observar en ese quinteto, en sus poesías, historia y experiencias representadas en canciones para el alma.

Anneke y los hermanos Rutten son acompañados por el tecladista Frank Boeijin y también por la no muy femenina y de rostro triste, Marjolein Kooijman, en el bajo, quien bajo estas características logró destacar aún más la presencia de la ya Señora Van Giersbergen; simplemente ¡Exuberante!

Al escribir estas líneas aún tengo los decibeles en mi ya deteriorado sentido auditivo de rolas como “Travel”, “Amity”, “Saturnine” y “Eléanor” entre otras… y cabe destacar el poderío que tiene el Circo Volador en cuanto a acústica y que se refleja en todo momento en las percusiones, y aún más cuando los expositores son de “Puro, Total y Absoluto… Metal”

Ahora, dentro de su discografía ya se encuentra un DVD doble (en el mercado desde octubre de 2005) con un concierto semi acústico y excepcional que refleja la calidad de The Gathering, que se llevó a cabo en el “Paradiso” de Ámsterdam; y viene acompañado de un set de entrevistas, reportajes de TV holandesa y otro de TV italiana y algunos flashes donde recolectan las impresiones de otros conciertos del tour del año 2004, y algunos videos promocionales de los cuales destacan “The Big Sleep”, “Alone”, “Broken Glass”, Red Is A Slow Colour”, “Marooned” y “A Life All Mine”.

Esta reseña tiene una dedicación especial a mi adorada esposa, a quien ya la he de tener harta con el DVD “A Sound Relief” (¿será porque lo pongo diario 2 ó 3 veces?) y que pronto estaremos en el mismísimo recinto de La Viga disfrutando de Epica.

carlos@zaldivar.org.mx

Genesis (Por Alejandro Corral)


DEL GÉNESIS AL YA NO ME ACUERDO GENESIS.

Turn it on again tour, 2007

Por Alejandro Corral

Octubre 7, 2007

This is the time, this is the place

So we look for the future

But there's not much love to go round

Tell me why this is the land of confusion

Del tema “Land of Confusion”, 1986

Introducción

Mucho se había especulado sobre un reencuentro del legendario grupo Genesis; incluso se dijo que Phil Collins se había reunido con Peter Gabriel y Steve Hackett, para proponerles una gira promocionando el álbum “The Lamb Lies Down on Boradway”, a más de 30 años de su lanzamiento. En la página oficial de Genesis, se escirbió que tanto Gabriel como Hackett habían aceptado, con el obvio consentimiento de Rutherford y Banks, para iniciar la gira a principios de 2007, pero el proyecto (por desgracia) no se cristalizó por incompatibilidad de agendas y compromisos. Se decidió entonces otro escenario alterno: hacer una gira con la alineación que había tocado junta por un período de casi 15 años, es decir, Tony Banks como siempre detrás de los teclados y sintetizadores, Mike Rutherford en las guitarras, Phil Collins en la voz (y batería de vez en cuando) y los miembros “no oficiales” Daryl Stuermer en el bajo y el incondicional de Collins, Chester Thompson en la batería. Se anunció pues a principios de Noviembre de 2006 ante los medios de comunicación y en la página oficial del grupo la gira “Turn it on again” que arrancaría en Finlandia el 11 de Junio de 2007 y que tocaría solo las ciudades principales de Europa y Estados Unidos, programando tan solo 40 presentaciones (que a la fecha suman casi 50 debido a la demanda tan importante de boletos en ciudades como Chicago, Philadelphia, Los Angeles o Düsseldorf, donde fue preciso abrir nuevas fechas). También se anunció que la banda tocaría temas de todas las etapas del grupo, pero desde 1973, es decir, que dejaba fuera From Genesis to Revelation y los excelentes discos Trespass, Nursery Crime y Foxtrot (estos dos últimos curiosamente forma parte del logo de promoción de la gira), pero que si incluiría el resto de la discografía, exceptuando el fallido y último disco del grupo (sin Collins) Calling All Stations. Con este antecedente y consultando que Denver sería el punto más cercando a Ciudad Juárez, decidí adquirir boletos para el evento programado el Sábado 6 de Octubre, pero honestamente no sabía que esperar; si estaría lleno de temas que fueron éxitos en los ochentas y noventas, o bien interpretarían temas de su etapa progresiva de la década de los 70’s, que es la que más disfruto. Nunca antes había visto a Genesis en vivo, así que utilicé este pretexto para animarme.

La crónica

10 horas de camino entre la ciudad El Paso, TX y Denver, CO. Originalmente mi cuñada y su esposo irían con nosotros (mi esposa Yadira y un servidor), pero por un problema de salud de mi cuñada, no pudieron acompañarnos y su lugar lo tomaron dos buenas amigas de mis esposa (y a estas alturas también mías). Dejamos El Paso el jueves 4 de octubre a eso de las 5 AM y exactamente 10 horas y más de 1,000 kilómetros después llegamos a la ciudad de Denver, sin contratiempos. La ciudad vivía una inusual efervescencia deportiva, ya que su equipo de béisbol (Los “Rockies” de Colorado) llegaban por primera vez en su historia a la postemporada y el mismo día del concierto, a unos cuantos metros, se celebraría el primer partido en la historia de la ciudad. Adicional a esto, el equipo de Hockey, jugaba el domingo el primer partido de temporada regular y ese fin de semana salían a la venta los paquetes de boletos para los juegos en casa (El Pepsi Center, donde sería el concierto). Por si esto fuera poco, el equipo de Fútbol Americano (los “Broncos”), jugaría el domingo ante su odiado rival divisional, los San Diego “Chargers” y el jueves que llegamos, en los medios locales se anunciaba que su corredor titular sería suspendido por lo menos 6 partidos por consumo de marihuana. En un deporte donde los esteroides y “pain killers” son la dieta diaria de los jugadores, el consumo de esta sustancia es de escándalo. Al parecer el centro de la ciudad tendría una agenda muy apretada.

El Jueves en la tarde, Viernes y Sábado nos dedicamos a conocer Denver y sus alrededores, con la asistencia de un primo hermano que no veía desde que tenía unos 11 años. Una ciudad limpia, típica de los Estados Unidos, caracterizada por su altura (casi 5,000 pies sobre el nivel del mar) y por su gran cantidad de inmigrantes mexicanos (de Chihuahua y Zacatecas, principalmente). A escasos 20 minutos se encuentra la tristemente célebre ciudad de Columbine, escenario de una de las tragedias modernas más lamentables, me refiero a la matanza de estudiantes a manos de dos chamacos (uso el término chamacos para referirme a muchachos menores de edad, no adultos, como Norberto Rivera Carrera alega) de apenas 17 años y que fue un detonador para futuras y continuas tragedias similares. Este hecho tan publicitado, discutido, documentado y hasta llevado a las pantallas por Michael Moore en su excelente documental “Bowling for Columbine” y por Gus Van Sant en su película ganadora de la palma de oro en Cannes, “Elephant”. En fin, muchas historias. Pero volvamos al concierto.

Llegamos al Pepsi Center desde las 5 PM (la presentación estaba anunciada a las 8 PM) para evitar problemas con el estacionamiento y previniendo embotellamientos a causa del juego de los “Rockies”. Recogimos los boletos y nos fuimos a recorrer el centro de la ciudad. Regresamos a eso de las 7:40 a la arena y sin ningún problema entramos al recinto y fuimos a un expendio de “souvenirs” de la gira para darnos cuenta que las playeras, chamarrras y demás aditamentos estaban excesivamente caros (una playera que en México la encuentras en 100 pesos (menos de 10 USD), la adquirías por 35 USD). Compré solamente el programa oficial (por módicos 20 USD), con buenas fotos y una breve explicación de la historia del grupo. Nos instalamos en nuestros asientos que estaban literalmente en la última fila del último nivel, pero con buena visión de frente al escenario. El lugar estaba prácticamente lleno, salvo algunos huecos en las partes laterales altas. A las 8:15 anunciaron que el concierto sería grabado, para un álbum que se planea sacar a finales de año con los mejores momentos de la gira; anuncio que fue recibido con una fuerte ovación. Unos minutos después se apagaron las luces, el recinto se quedó a obscuras y en la pantalla principal se formó una televisión que sintonizó escenas del grupo en sus diferentes etapas, incluyendo imágenes de Gabriel y Hackett. La televisión se multiplicó hasta el punto en que eran cientos de pantallas que volaban a lo largo y ancho hasta formar un mapamundi y en los Estados Unidos se formó la palabra “DENVER” y comenzaron a escucharse los primeros acordes del tema Behind the lines del disco Duke (1980). Curioso es que decidieran abrir con un tema del disco que significó el cambio radical de estilo en la banda; álbum que les redituó su primer disco de diamante en Estados Unidos. Pensé que el concierto estaría entonces cargado hacia esa tendencia, la más comercial. Tan solo un minuto a obscuras y el escenario se iluminó y todos los miembros estaban ya detrás de sus instrumentos. Tony Banks de lado derecho y de perfil (como siempre ha sido su costumbre), Rutherford de lado izquierdo (con su inconfundible altura y barba), Struemer a su lado y al fondo, en una tarima, dos baterías: una dorada con Chester Thompson detrás y la otra plateada donde Phil Collins interpretaba sus acordes. El sonido era excelente, se escuchaban con claridad cada uno de los instrumentos y la acústica del lugar era muy buena. Este primer tema fue totalmente instrumental y concluyó casi diez minutos después con Duke’s end, del mismo disco. Collins se bajó de la tarima para dirigirse por primera vez al micrófono. Los cinco músicos se notaban bastante sonrientes. Sin pausas continuaron con otro tema de Duke, Turn it on again que servía de bandera a la gira. Collins hacía gala de su capacidad de interpretación (con un estilo muy similar al de Gabriel) y elegantemente vestido de negro y exhibiendo un cráneo totalmente desprovisto de pelo, se movía a lo largo y ancho del escenario con una gran sonrisa en el rostro. El juego de luces, la forma de las pantallas y el humo en las tarimas hacían recordar la gira que despidió a Hackett y fue grabada en el álbum Seconds Out. Terminado el tema, Collins presentó a sus compañeros y nos preguntó que si estábamos de humor para una noche larga y llena de recuerdos. Sacó de su bolsillo una cámara digital y explicó que estaba haciendo un álbum fotográfico de la gira. (De hecho en el programa que adquirí venían varias fotos que Collins tomó desde el escenario en sus giras por Europa). La gente le aplaudió y ovacionó fuertemente y siguieron la presentación con un tema del último disco de estudio con Collins, I can´t dance (1992) y que para mi gusto es el mejor logrado de su etapa posterior a la salida de Hackett, el tema fue No son of mine y nos cuenta la historia de los reclamos de un hijo a su progenitor. En la pantalla un gran reloj marcaba el ritmo de la melodía. Continuó el show y llegó el tema Land of Confusion del disco Invisible Touch (1986). No se si recuerden el video de esta canción, muñecos de plastilina con una animación muy simpática que hablaba del terror nuclear de esos días, donde Reagan soñaba que disparaba misiles a Rusia y Margaret Tacher también lo hacía y todo era confusión. En las pantallas aparecieron las figuras de Collins, Rutherford y Banks que cambiaron a tomas de los músicos en sus interpretaciones.

Hasta ahora el concierto había estado bien, pero no era por esos temas por los que había venido. Collins anuncia entonces que interpretarían algunas canciones muy viejas, muchas de ellas con más de treinta años de haberse lanzado al mercado. Pensé para mis adentros: por fin. Un señor a unas filas me quitó las palabras de la boca: “That’s what I’m talking about” comentó (Al final de concierto me di cuenta que ese mismo señor, ya entrado en años, llevaba una camiseta promocional del disco de Yes, Tales from the topographic oceans). Y si, llegaba el mejor momento de la noche. Desde los primeros acordes comencé a disfrutar del momento, In the cage, del extraordinario disco The Lamb Lies down on Broadway (1974), se escuchaba en total armonía con el juego de luces. La voz de Collins evocaba a la de Gabriel y ahora si entró Banks con toda su fuerza interpretativa con un excelente solo de teclado que lo distinguió como uno de los mejores tecladistas del movimiento de rock progresivo, junto con los grandes como Rick Wakeman (de Yes), Keith Emerson (de Emerson, Lake & Palmer), John Evan (de Jethro Tull) o Kerry Minnear (de Gentle Giant). El tema (extensísimo por cierto) fue seguido por otra excelente interpretación del disco Selling England by the Pound (1973), The Cinema Show, que nos cuenta la historia de dos amantes en una cita romántica. Collins se acomodó detrás de su batería nuevamente para el final de la canción y seguir con el mejor tema del disco Duke, el instrumental Duke’s travel, que como fue costumbre en los discos posteriores a este, incluyeron siempre uno o dos temas de corte progresivo, como para no olvidar los orígenes. Este ensamble armonizaba de buena forma las dos baterías con el teclado de Banks y la guitarra de Rutherford. Después concluyeron con el bien logrado tema Afterglow del disco Wind & Wuthering (1977), que fue el último con la participación de Hackett en la guitarra. El ensamble duró cerca de 25 minutos de puro rock progresivo que nos hizo recordar los tiempos cuando este movimiento estaba en su momento cumbre. Al terminar una gran ovación (o por lo menos una muy fuerte de mi parte, ya que muchos jóvenes asistentes no tenían ni idea de lo que acababan de escuchar). Con esto ya había valido la pena el viaje. Pero para bajarnos de la nube en que andábamos muchos, el siguiente tema fue del tipo balada pop romántica: del disco I can’t dance escuchábamos el empalagoso Hold on my Heart. El tema muy melódico terminó y Collins volvió a tomar su cámara digital para hacer nuevas fotos y contarnos sobre historias de fantasmas, aludiendo al tema que estaban por interpretar, el ensamble (bastante bueno, por cierto) de Home by the Sea/ Second Home by the Sea del disco Genesis (1983). El mejor tema de este álbum, compuesto e instrumentado en su totalidad por Banks y que nos cuenta la historia de una mansión embrujada, incluyendo solos de batería de Collins/Thompson, de guitarra de Rutherford y por supuesto un gran solo de Banks en los teclados. En las pantallas, fantasmagóricos espectros con el rostro del famoso cuadro de Edvuard Munch El grito, volaban en todas direcciones. Esta interpretación provocó mi ovación para el grupo. Y al parecer estábamos en el plato fuerte de la noche ya que el ritmo siguió de manera consistente ahora con el tema Follow you, Follow me del disco …And then there were three… (1978) que aunque muy melódico, no cae en lo empalagoso y donde la batería estuvo a cargo de Collins en su totalidad. Con esto se reafirma lo que siempre dijo de su participación con Genesis, que se sentía más a gusto detrás de la batería que del micrófono. Durante la interpretación, en la pantalla se formaron las portadas de varios discos importantes de Genesis: Duke, I can’t dance, Nursery Crime, Selling England by the Pound y A trick of the tail.

Y llegó el éxtasis de la noche, con el ensamble Firth of Fifth/ I Know What I Like (In Your Wardrobe), del disco Selling England by the Pound. La primera parte fue totalmente instrumental con Collins en la batería y con imágenes de los integrantes de todas las épocas del grupo en las pantallas. Más de 10 minutos hasta que se oyeron los primeros acordes de I know… y Collins dejó la batería para cantar la melodía con un gran dominio del escenario. En ese punto la gente estaba entregada totalmente y la música se disfrutaba plenamente. Siguieron con el tema Mama del disco Genesis y el reclamo del hijo a su madre prostituta, con imágenes de una joven y frondosa mujer arreglándose para su labor diaria. Al terminar el vocalista se disculpa por la letra de la canción y nos dice que ahora interpretarán un tema mucho más optimista e incluido en A trick of the tail (1976) que nos cuenta la historia de la tierra prometida y el lugar de las vírgenes. Me refiero a Ripples y sus más de diez minutos de interpretación con imágenes de bosques encantados en las pantallas.

Y llegó la parte final del concierto con un ensamble del álbum Invisible Touch, comenzando con Throwing it all away, una extensísima versión de Domino y sus dos partes (In the Glow of the night y The last domino), pasando por el instrumental Los endos (este tema del A trick of the tail) que sirvió de antesala a un mano a mano de batería entre Collins y Thompson, que comenzaron al centro del escenario tocando en una especia de tabla acústica para poco a poco irse acomodando cada uno en sus respectivas baterías y continuar con Tonight, tonight, tonight y finalmente cerrar con el popular tema Invisible Touch. Collins nos desea bunas noches y los músicos se retiran hacia sus camerinos. Mientras tanto, los miles de seguidores que nos dimos cita en el Pepsi Center, seguimos aplaudiendo y gritando para que a los cinco minutos regresaran con los acordes del tema We can’t dance (del disco casi homónimo I can´t dance). En la pantalla aparecen las siluetas en blanco de los cinco integrantes caminando de manera casi robotizada uno detrás de otro. Collins, Rutherford y Stuermer imitaron este movimiento por todos los rincones del escenario hasta que se oyeron las frases we can’t dance, he can´t dance, you can´t dance. El vocalista toma las últimas fotos y nos dice que están a punto de interpretar la última canción de la noche que de alguna manera cerró una de las etapas más significativas del grupo. Del excelente disco The Lamb Lies down on Broadway, Genesis nos decía adiós con The Carpet Crawlers y su mensaje: “We've got to get in to get out. We've got to get in to get out”. Y así dos horas y cuarenta minutos después nos encontrábamos ante cinco músicos sudorosos pero muy sonrientes haciendo sendas caravanas frente a un público que los ovacionó de pie. A la salida nos enteramos que los “Rockies” habían ganado su partido 2-1 y por lo tanto habían barrido la serie contra Philadelphia y aseguraban por lo menos dos juegos en casa para el partido de campeonato, antesala de la serie mundial.

Haciendo el recuento de la noche, puedo decir que fue un buen concierto lleno de momentos agradables y hasta soberbios. Es obvio que iban a hacer un balance entre los temas de sus discos, pero me agradó mucho el hecho de que más de la mitad del tiempo en escena se dedicaran a desarrollar ensambles de sus épocas de rock progresivo. Genesis es sin lugar a dudas uno de los mejores exponentes de este género y todavía espero que tengamos la oportunidad de presenciar un reencuentro con Gabriel y Hackett, que sería algo así como tocar un pedazo de cielo. Si ya hemos visto el Génesis, necesitamos llegar hasta el Apocalipsis, ojalá.

Porcupine Tree (Oct 2007)


PORCUPINE TREE

¿Cómo sería este planeta… sin violencia? Steve Wilson nos deleitó con las respuestas.

Por Carlos Zaldívar

God is freedom,

God is truth,

God is power and

God is proof.

God is fashion,

God is fame,

God gives meaning,

God gives… pain

From HALO, of DEADWING.

¡La sorpresa aún me produce un impacto emocional! El Metropolitan abarrotado hasta “su madre” por un grupo, que pensé yo, era poco conocido. Centenas de almas aclamando a lo mejor del progresivo, psicodelia y metal en un pequeño escenario.

En esta ocasión el recinto de la calle de Independencia sería el que daría cabida a semejante recital: PORCUPINE TREE.

Los inicios de PT se remontan en Londres, en mil novecientos ochenta y siete, cuando los experimentos musicales de Steve Wilson dan los primeros frutos con una guitarra y unos teclados. Los primeros grupos que Steve formó en la adolescencia, Altamont y Karma, trascendieron hasta Porcupine Tree con los tracks “Nine Cats", "Small Fish", y "This Long Silence". Para este año Steve forma dos proyectos: uno bajo el nombre de “No – Man” y el segundo, que surge de una historia ficticia de un grupo legendario de los años setenta, sin miembros y con una rara discografía. Este proyecto tomó el nombre de Porcupine Tree donde Steve grabó varias rolas con el nombre de la ficticia banda.

Dos años después Steve graba la cinta “Tarquin's Seaweed Farm” el cual se envía a una revista underground musical para que posteriormente fuera invitado a incluir alguna rola para una compilación de música de grupos psicodélicos.

Steve Wilson comenzaba a fluir con su música por todo el Reino Unido… Porcupine Tree es el resultado.

“On The Sunday Of Life” nació en 1992, por la decisión de Steve en hacer un álbum doble con la mayoría de sus composiciones. Para 1993 sale “Up The Downstair” y el sonido de PT es sobresaliente en las guitarras y en la voz tan extravagante de Steve Wilson. Es sin duda una música reconocible al primer decibel.

Alguien, en un blog, comentó que era el nuevo PINK FLOD, pero no. Pink Floyd sólo hay y habrá uno. PT está en otro nivel, similar y muy distante a la vez de las creaciones de Roger Waters. PT tiene una peculiaridad muy progresiva en las cuerdas, muy potente en las percusiones y bastante ligera y rítmica en la voz.

Una nueva divinidad ha engendrado este planeta, y se llama PORCUPINE TREE.

Para finales de 1993 PT es una banda dedicada al performance en vivo, y para muestra basta lo que pasó este fin de semana en el Metropolitan. Los ingenieros de sonido mexicanos debieron haber estado presentes y aprender como se debe instalar y hacer retumbar finamente el sonido en un espacio cerrado. Nunca había sentido un performance de este nivel, donde todo el cuerpo vibraba casi hasta explotar, la piel de gallina y ese líquido hirviendo dentro de las venas a punto de ebullición. Fue el sonido perfecto.

PT se forma con Steve Wilson en vocales, teclados y guitarras; Colin Edwin en el bajo; Chris Maitland en la batería y percusiones y Richard Barbieri en los teclados.

Para 1995 surge “The Sky Moves Sideways” presentando un rock ambiental, al estilo progresivo con excelentes arreglos de Steve. Para el siguiente año nace “Waiting” y después viene “Signify” el cual es considerado como el álbum más fino de PT; para 1998 viene “Stupid Dream”, y en febrero del 2000 aparece “Lightbulb Sun”, fecha en la cual apoyan en el tour como grupo abridor a Dream Theater… ¡Que mancuerna!

En 2002 Chris Maitland es sustituido por Gavin Harrison, conservando ese poder en la bataca y sin alterar la originalidad de PT y bajo esta alineación arman “In Absentia” uno de mis preferidos álbumes dentro de todo lo que es el “metal progresivo”.

Dos años después aparece otro extraordinario álbum, “Deadwing” de donde sobresale la rola “She’s moved on”, una rola particular y con un sonido tan penetrante al alma, que hasta este día la escucho a los máximos decibeles posibles. Es un álbum que nos exalta en cambios bruscos de sonidos graves, agudos y distintas velocidades… y de las letras, sin palabras. Como lo hemos comentado, “no es – que droga se toman – sino qué le ponen a esa droga”. ¿Qué habilidades y nivel intelectual debe tener un ser humano para hacer lo que Steve Wilson? Un extraordinario nivel literario, un óptimo nivel cultural y no sé que más hay que dominar, pero en el escenario, Steve se transforma totalmente en un ser superior. De hecho este álbum tiene su propio website, www.deadwing.com

Estos dos álbumes han tenido un colosal éxito que PT ha crecido musicalmente y a la fecha son aclamados por millones de fans, eso si, sin caer en una comercialización lucrativa para los medios de comunicación.

Y a finales del año pasado, 2006, PT lanza su más reciente obra bajo el nombre de “Fear Of A Blank Planet”, un extraordinario álbum que se define como “a reference to the lyrical content of the song-cycle album: a 21st century cocktail of MTV, sex, prescription drugs, video games, the internet, terminal boredom, and subsequent escape”, lo cual demostraron con videos transmitidos durante el performance y que nos provocaron un paseo de emociones.

¡Como olvidar el escaso español de Steve en el escenario! - “México, que chidou es estar aquí” – y aún no iniciaba el concierto y él mismo estaba atónito del recibimiento y la euforia de los presentes.

La primera rola del show fue “Fear Of A Blank Planet”. Muy exquisita y poderosa para iniciar el concierto. Desde temprano, a quemar las buenas, ¡para que esperar!

Siguieron en el setlist, “What Happens Now”, The Sound Of Muzak”, la formidable “Lazarus” incluida en el Deadwing, la prodigiosa “Anesthetize” donde no se sintieron los casi 18 minutos de duración y que nos dejaron con ganas de más, más y más… luego vinieron “Open Car”, “My Ashes”, “Blackest Eyes”, Hatesong”, “Drown With Me”, “Half Light”, “Way Out Of Here” y “Sleep Together”.

Steve y banda se despidieron y obvio, vendría el encore. Lapso que no duró más de 3 minutos y los aplausos no cesaron hasta que regresaron para interpretar “Dark Matter” y “Halo”. Esta última rola que muestra a un Dios tan humano como cualquiera de nosotros… o como Steve Wilson.

Finalmente volvieron a despedirse, agradeciendo al “mejor público del mundo” y prometiendo regresar pronto. Así que para la próxima vez tendremos que estar en primera fila para disfrutar de un show excelente y de gran sonido.

En estos momentos, la algarabía y los gritos para que PT no se retirara fueron tan emotivos que… regresaron. Esta ocasión con más agradecimientos y para deleitarnos, tocaron “Trains”, una rola que se incluye en “In Absentia” y que dura casi 6 minutos y donde sobresale la frase: - “Always the summers are slipping away”.

Ahora si se despidieron.

Ahora comienza una nueva espera… para su próximo recital.

Ahora, este concierto está catalogado dentro de los 10 mejores de mi vida…

Ahora… PORCUPINE TREE… rules the World!