DEF LEPPARD
¡Quién dijo que para tocar una batería se requieren dos brazos!
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El gran recibimiento que tuvo “On Through The Night” fue grandioso. ¿Cómo unos jóvenes de más o menos nuestra edad podían tocar así? Lo mejor del rock del Reino Unido, de la ciudad de Sheffield, estaba representado en un LP que conseguimos de importación. En la secundaria siempre nos dábamos el tiempo y el lugar para hacer mini sesiones de puro, total y absoluto Rock.
Así que me alisté con mi Olivetti Lettera 25 (una máquina de escribir cuyas teclas debían ser golpeadas y no digitadas) y comencé a escribir la primera reseña de un grupo musical.
Sus inicios se remontan a 1977 cuando Joe Elliot (vocalista), Rick Savage (Bajista), Pete Willis (guitarrista) y Tony Kenning (baterista) se juntaron para formar Deaf Leopard, cantando covers de Thin Lizzy y David Bowie principalmente. Más tarde para que no hubiera confusión en la gramática y pronunciación del nombre se cambiaron a: DEF LEPPARD.
Para el siguiente año se agrega a la banda otro guitarrista, Steve Clark y para finales de este año Kenning es despedido y sustituido por Frank Noon (únicamente para grabar su primer EP titulado “Def Leppard EP”) y posteriormente contratan de forma permanente a Rick Allen. Así con esta alineación, lanzan en 1980 el disco que mencioné anteriormente: “ON THROUGH THE NIGHT” con rolas ya clásicas del rock como “Rock Brigade”, “Hello America” y “Sorrow Is A Woman”. Al siguiente año lanzan “HIGH ‘n’ DRY” y al final de la gira es cuando Pete Willis abandona la banda y es remplazado por Phil Collen y con esta alineación se considera a Def Leppard como muy sólida.
A inicios de la preparatoria la noticia llegó de sorpresa: “Algunos integrantes de Def Leppard arribarían a la Ciudad de México” y se estarían presentando en conferencia de prensa y firmando autógrafos en el “Gran Bazar” (hoy Wal Mart) del Toreo de Cuatro Caminos. Ese día nos dimos el lujo de “volarnos las clases” (algo bastante difícil en esa época y en esa escuela) y viajamos en aquellos camiones llamados “delfín” y “ballena”, que circulaban por el periférico, para darnos cita en la tienda ubicada en Lomas de Sotelo.
Llevaba una de mis playeras favoritas, la blanca con el triángulo rojo representando el ícono de Def Leppard. Había demasiado tráfico y era tanta la algarabía por verlos y poder tener un autógrafo de Joe Elliot, que el stress se fue apoderando de todos nosotros. La fila avanzaba lentamente y crecía a un ritmo exponencial. Las sirenas de las patrullas se escuchaban continuamente y los policías comenzaban a rodear la tienda y a poner orden en la unifila que poco a poco se multiplicaba.
La gente satanizaba ese tipo de encuentros, aunque toleraba peores y engorrosas filas para otros eventos. El rock siempre ha sido satanizado por este guadalupano pueblo. ¡En fin! Después de casi siete horas de espera, cansancio y “engentado” regresé triste y con las manos vacías a casa. Se veía lejana la posibilidad de que algún día hubiera una “tocada” de esta banda británica en México.
Para 1983 sale su tercer álbum y se llama PYROMANIA, con éxitos tan grandes que hoy se incluyen en su recopilación más reciente “ROCK OF AGES: THE DEFINITIE COLLECTION”. Después de la gira de PYROMANIA es cuando la mala suerte comienza para esta banda: Rick Allen sufre un percance en su automóvil y después de una cirugía fallida, pierde el brazo izquierdo.
Para 1985 Rick comienza a adiestrarse en una batería especial “de un solo brazo” con aquel famoso kit de marca “Simmons” y comprobaríamos que los milagros SÍ existen.
Durante el Monsters of Rock Europeo de ese año, contratan al baterista de Status Quo, Jeff Rich, para hacerse cargo de las tarolas, platillos, bombos y percusiones; mientras Rick seguía adaptándose a su nueva vida. Y para el Monsters of Rock del Castle Donnington, Rick regresa a la banda y todos se ganan a los fans de una forma impresionante. Y es que ver a Rick tocar la batería es impresionante… es de “quitarse el sombrero” y hacer “una larga inclinación”.
Al siguiente año ya estaba en la universidad y en algunas de nuestras mini sesiones rockeras comentábamos sobre la ausencia de un nuevo LP de Def Leppard, pues sólo escuchábamos los tres primeros álbumes y hasta dudábamos de su continuidad en la música. ¿Qué habría pasado con Rick Allen? ¿Acaso la banda se desintegraría? No teníamos la respuesta… pero seguíamos disfrutando de un excelente rock inglés.
Y a casi cuatro años de extrañar las grabaciones de estos ingleses, sale al mercado “HYSTERIA”.
El día del lanzamiento (agosto de 1987) estuvimos gozando de este LP importado en una sesión emergente (y también nos volamos algunas clases) e inmediatamente ubicamos los que serían lanzados como sencillos y que darían más frutos a esta religión del metal: WOMEN, POUR SOME SUGAR ON ME, ANIMAL, ROCKET, ARMAGEDDON, HYSTERIA y por supuesto LOVE BITES. Estas rolas provocaron la fabulosa cantidad de 16 millones de copias vendidas en todo el planeta (incluyendo la de Dios, obviamente).
Llegaron más giras y muchos meses de preparación para su próximo álbum. Y es para enero de 1991 cuando Steve Clark muere en su residencia de Londres. Por esto (y lo de Rick Allen) y por los tiempos tan largos entre álbumes y problemas para lanzarlos al mercado, es que se asocia el nombre de DEF LEPPARD con el adjetivo de “mala suerte”, o como los fans ingleses lo calificarían: “jinxed” o “cursed”. De hecho trabajaron por algún tiempo como cuarteto.
Para 1992 lanzan ADRENALIZED con Vivian Campbell (Dio & Whitesnake) como otro guitarrista (nadie podrá suplir a Steve Clark) y ésta es la alineación que sigue actualmente.
En 1993 lanzan el sencillo “Two Steps Behind” y para agosto lanzan el álbum RETRO ACTIVE con “rarezas” y “lados-B” en honor a la época de Leppard con Clarke.
Este mismo año se lanzan a la ciudad de México, y según supe fue un concierto que dejó mucho que desear, y no lo pude comprobar porque a pesar de que rogué mucho a los médicos que me dejaran salir al concierto, y que les prometí regresar al hospital… no me dejaron. Otros comentarios dijeron que estuvo más o menos, pero nadie me dio razón de Rick Allen.
Para 1995 lanzan un cd de hits denominado VAULT; en 1996 lanzan SLANG, un álbum bastante fresa y muy Light (poco apto para metaleros) donde sí destaca la balada “ALL I WANT IS EVERYTHING”; para el mes de abril del año 97, vienen a México (gira por toda Latinoamérica) y ¡por fin!… ahí estuve, en el Palacio de los Deportes. Fue un concierto bastante bueno, pensé que sería muy light y con éxitos del Slang, Hysteria y una que otra rola no tan rápida (pensando en Allen)… y ¡cuál fue mi sorpresa! que en ese recinto sagrado se aventaron la de ¡ROCK OF AGES! Ahí me di cuenta de lo grandioso que es Rick Allen a cargo de la batería con pedales acoplados al pie izquierdo y tocando rolas del segundo y tercer disco. ¡Fabuloso!
Aún así, me quedé con ganas de “Gods of War” y otras.
En 1999 regresan con EUPHORIA, después de casi cuatro años de sequía musical, aunque se dedicaron a sus vidas personales y a unas giras cortas.
A inicios del año 2000, continúan con proyectos personales, y tal parece que nos vendría otra época de extrañamiento metalero.
Y es hasta julio del 2002 que aparece el álbum “X”, un poco decepcionante y como en decaimiento emocional de la banda (opinión muy personal) y por primera vez en ese tour incluyen a países como Latvia, Lituania, y Rusia. El rock y el metal deben ser: PODER, y es en lo que empezaron a trabajar.
Esta situación llevó a lanzar en el 2004 el álbum recopilatorio (un VAULT actualizado) para complacer a los millones de fans. Se llama BEST OF DEF LEPPARD, mismo que me pareció extraordinario, pero lamentablemente no fue lanzado en América. Quienes contamos con la versión europea, podemos constatar que un regreso fortísimo y lleno de poder, como debe ser Def Leppard, estaba por llegar.
Y es en mayo de este año, 2005, cuando se lanza ROCK OF AGES – THE DEFINITE COLLECTION; en julio se presentaron en el festival “LIVE 8” ante un millón de personas y para el mes de noviembre, día 16, programan su retorno a la Ciudad de México… esta vez al recinto sagrado del Paseo de la Reforma: el Auditorio Nacional.
Ya casi todo mi presupuesto para conciertos me lo había gastado en el de Eagles, y como diría mi hermanito el “fino” en “-¡como gastas en pendejada y media!-”, pero nuevamente sucedió otro milagro… otro que hizo que este concierto fuera más fabuloso de lo que esperaba y que me dejara bastante satisfecho: Carlos, mi hijo, me regaló de cumpleaños el boleto para el concierto, incluyendo los souvenirs: playera, taza y vasos tequileros; así que otra vez: ¡Mil gracias!
Este concierto se caracterizó por el regreso a las raíces del metal británico. Todo el repertorio es refirió a los álbumes de Pyromania y al de Hysteria principalmente.
Es de aplaudirse y hacer reverencias ante la actuación de Rick Allen en la bataca, es muy reconocible el trabajo que ha hecho la empresa Whirlwind para el acondicionamiento de tan simple batería, porque lo que importa es que Rick tiene un gran brazo para tocarla y un enorme corazón que lo acompaña.
Hoy, Rick tiene un proyecto funcionando llamado “Raven Drum Foundation” donde los más favorecidos son los niños.
¡Genial! Ahora sí me dejó exageradamente satisfecho este concierto, pues se aventaron las mejores rolas de la mejor época, y aún mejoradas con la experiencia y la madurez que todos los integrantes han tenido. Podría decir que fueron mismas rolas en versiones diferentes y con un toque muy especial; que se reflejó en “Rock Of Ages”, “Photograph”, “Foolin’”, Let’s Get Rocked”, “Action”, “Make Love Like A Man”, “Promises”, “Rocket”, “Hysteria”, “Love Bites”, “Pour Some Sugar On Me”, Armageddon It” y por supuesto “Gods of War” entre muchas otras.
Eso sí, faltó otra súper rola: “Too Late For Love”, y es que desde dos semanas antes del concierto y a la fecha, es la canción que Regina, mi hija de poco más de dos años, me pide que ponga… la escucha, la disfruta, la corea y se ¡emociona!
Una banda extraordinaria, consistente, admirable y con un futuro muy prometedor.
Joe se despidió con las palabras: “Please don’t forget us, because we will never forget you”. De tal manera que esperemos que pronto se den otra escapada por esta ciudad.
Con este concierto se ha demostrado que la “INVASIÓN INGLESA” no ha cesado, y esperemos que nunca termine, porque queremos vivir por siempre en: “Histeria… total”.
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