Helloween
El poder del Metal Teutón
Por Carlos Zaldívar
Agosto seis del dos mil uno. Desde las tierras frías de Hamburgo se descolgaron las malditas calabazas a tierra azteca. La espera se hizo muy larga, pero finalmente, después de más de un mes de tardanza, arribaron al recinto metalero de Polanco: el salón 21.
En punto de las 21 horas con 18 minutos, salieron al escenario el vocalista Andi Deris, los guitarristas Roland Grapow y Michael Weikath (líder de la banda), el bajista Markus Grosskopf y el baterista Uli Kusch. Arremetieron con un increíble poder de cuerdas y percusiones con la rola de “power”, y a partir de ahí iniciaron los altísimos decibeles, provocando que nuestra alma quisiera salir desesperada y organizar un gran slam.
Sabíamos que tarde o temprano llegarían las rolas electrizantes de los Beeper of the Seven Keys I y II.
Después de las palabras de Andi: “Increíble, Fantástico” y “Discúlpenme, because of the last time, I was fucked up”, siguieron rolas como “Steel Tormentor”, “Salvation”, “I live for your pain” hasta llegar al éxtasis de “I Want Out”
Recordemos que con las salidas del vocalista iniciador, Kai Hansen y del guitarrista Michael Kiske, inició la época de decadencia de este grupo alemán. Con el álbum “Chameleon” empezaron los conflictos, pues es considerado para muchos como el peor álbum de la banda.
Pero la constancia y el amor por el Heavy Metal llevaron a Weikath a buscar nuevos integrantes y al mismo tiempo cosecharon una maduración musical dentro de este género. Así pues, llegó Roland Grapow a raspar las cuerdas y posteriormente llegaron Andi Deris al micrófono y Uli Kusch sustituyendo al grandioso Ingo Schwichtenberg en la bataca.
Helloween emergería nuevamente a la gloria del metal, después de haber permanecido en una profundidad, oscura y de confusa discrepancia.
Reafirman su excelencia metalera con los discos “Master of the Rings” de 1994, “The Time Of The Oath, Raw Power” de 1996, “Helloween High Live, Power Raw” de 1996, “Better Than Raw” de 1998 y “The Dark Ride”, su más reciente producción.
La efervescencia era demasiada en el foro. Los headbangers unidos por el metal seguimos lo cánticos bávaros de “Happy, Happy Helloween, Helloween… Oooohhh”. La banda liderada por Weikath dio inicio a uno de los grandes himnos del metal: “Future World” y posteriormente “The Dark Ride”.
Llegó en encore. Andi con los brazos extendidos, mirando al cielo y con el acompañamiento suave pero profundo de la guitarra, inició los cánticos de despedida. Después, sus palabras de “muchas gracias, We’ll be back soon”. Faltaba una. Y tras unos eternos minutos regresaron para despedirse definitivamente con “Dr. Stein”.
Después de semejante experiencia metalera, sólo nos resta esperar el retorno de Weikath (The Beer Man) y sus calabazas malditas, muy pronto.
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