DEEP PURPLE EN CONCIERTO. Feb. 2011
Miércoles 23 de febrero 2011
Auditorio Nacional
México, D.F.
Por Jesús García Favila
Un miércoles de concierto puede ser divertido y no tanto cuando tienes que apurarte a salir del trabajo y llegar a tiempo a ver a una de las bandas más emblemáticas del Heavy Metal: Deep Purple.
La banda creada en Hertford, Inglaterra, en 1968 se presentó con su actual alineación: Ian Gillan vocalista, Steve Morse guitarra, Roger Glover bajo, Don Airey teclados y Ian Paice en la batería.
Después de muchos años de realizar giras por todo el mundo llegaron anoche a tierras aztecas, en donde tocaron para un Auditorio Nacional lleno hasta el tope de gente de diversas edades. Desde jóvenes menores de 12 años hasta señores que seguramente los escucharon en vivo cuando vinieron al Toreo de Cuatro Caminos al inicio de los ochenta.
Poder y fuerza con Highway Star, canción con la que iniciaron el concierto, comenzó una remembranza de todas sus épocas. Canciones de su último disco, Rapture of the deep, fueron acompañadas de clásicos como Perfect Strangers, Space Truckin, Lazy y Strange kind of woman (entre estas interpretaciones de repente de entre el público salió volando al escenario un brassier, ¿qué cosas no?).
Una parte digna de mencionar fue cuando When a blind man cries se escuchó, haciendo sentir un blues mágicamente interpretado por Steve Morse y que toda la audiencia aplaudió con todas sus fuerzas.
Smoke on the water , canción clásica de Deep Purple y de la música rock, fue con la que salieron del escenario antes del clásico “otra, otra, otra...”, regresando a tocar Hush y cerrando con un virtuoso solo de bajo por parte del maestro Roger Glover antes de darle el cierre a la noche con Black night.
The Arkitecht: Blue Factor Bar
La Zona Rosa de la Ciudad de México se cimbró a una escala Richter desconocida…
Por Carlos Zaldívar
“La música expresa lo que no puede escribirse y lo que no puede permanecer en silencio”.
Victor Hugo.
Una de las más grandes bandas mexicanas que pueden competir a nivel internacional en el ámbito del metal: The Arkitecht. Pero definamos a qué nivel de internacionalización, porque hay bandas del llamado “Rock Desmadre” que únicamente viajan por la República Mexicana, España o América del Sur y ya se dicen que son de primer nivel. ¡Basura!
Ese “Rock Desmadre” corresponde a que no cantan, ¡gritan!, y el ruido es estruendoso y obviamente carecen de armonía y arreglos. Simplemente son para hacer desmadre. La diferencia principal consiste en esa “creatividad intelectual”, “cultura musical e histórica”, cuando las composiciones, arreglos y producción de las canciones tienen un “nivel profundo”.
Hablar de este tipo de bandas originales y que sean “mexicanas”, pues son de contarse con los dedos de mis manos.
“Anima Tempo”, “Wrecker”, “Tren Montealto” (aunque no sea propiamente una banda de Metal), “GlassMind”, “Valdio” (con una mención especial por ser el One-Man-Band) y por supuesto “The Arkitecht” son apenas algunas de estas bandas. Sé que me faltan por mencionar, pero si lees estas líneas y falta una banda, házmelo saber.
De las otras, pues ni mencionarlas, pero no dudo, estimados dos lectores, que sepan a cuales me refiero.
También hay otro tipo de bandas, las de tributo, pero para ellas me referiré en otra ocasión.
The Arkitecht es el producto de una mente llena de creatividad, ingenio, intelecto musical y cultural, carisma y sobre todo: “un madral de ganas” de hacer bien las cosas.
Esta mente, que siendo joven, mi pronóstico es que llegará a ser de buena cosecha, como los vinos más caros del planeta. Es una mente que se está expandiendo, y no solo en México, sino en Europa. Tiene presencia en las principales ciudades del buen metal. (www.thearkitecht.com tiene tales referencias).
Una mente, con la cual no me atrevería a competir. En www.muzikreviews.com se cataloga a esta mente como “One – Man – Band) y en los países bajos, www.lordsofmetal.nl la catalogan como “un virus que debe asestar un golpe a Europa”.
En www.metal-observer.com catalogan a esa mente como “multi – instrumentalista” y piadosamente de “prog – metal”. Y así, por el estilo, en websites, fanzines y disqueras va creciendo exponencialmente el nombre de THE ARKITECHT.
Esta mente lleva por apelativo a Genaro Ochoa, cuando en realidad su verdadero nombre es “THE ARKITECHT”.
Cuando “Hyperstructure” vio la luz del mundo, cayó en mis manos tiempo después. Gocé el éxtasis desde “Blackout” hasta “Face Thief” y entonces lo que humildemente escribí ahora es insuficiente:
http://zaldivarcarlos.blogspot.com/2010/04/arkitecht.html.
Faltaba presenciarlos en vivo, pero desafortunadamente al poco tiempo, The Arkitecht estuvo en busca de un bajista.
¿Quién podrá tomar esa enorme responsabilidad de tal instrumente en una banda de semejante envergadura? Difícil pregunta.
Hoy, la respuesta está en ipso-facto: Mr. Armando “Bjorn Verccety” Thamez. Sin más ni más.
Ya hablaré del line – up de The Arkitecht más adelante.
Lo que vivimos el fin de semana anterior, fue el evento ansiado desde hace 2 meses… Ver a The Arkitecht en vivo. Ya todo está escrito sobre esta banda, ¿Qué más puedo escribir? Verlos en vivo, ¿Será igual o mejor que en el cd?
La cita fue en la noche en el Bar Blue Factor, ubicado en Hamburgo en la Zona Rosa. Un verdadero “antro” pero de esos baratos y sin gente. Comparado con la mayoría de los antros de alrededor, pues éste si recurre a la definición antigua de “antro, pero antro”…
Llegamos justo a la hora de la Conferencia de Prensa, y precisamente recapitulo la pregunta del Por qué las bandas mexicanas (muchas de ellas) no son longevas.
El Máster Genius Ochoa se refirió a este “síntoma” en gran parte por el sistema que se maneja en país con respecto a la cultura musical. No hay apoyos y los músicos deben tomar esa profesión como una segunda opción de trabajo, además de invertir de sus propios recursos para fomentar el gusto por su banda”. The Arkitecht es independiente.
Fin de la conferencia e inicio de felicitaciones y saludos… El show estaba por comenzar. La orden del día estaba distribuida en el orden siguiente:
Wolfskin, Defecto, The Arkitecht y Sanguínea.
De las otras tres bandas me reservo el derecho a opinar.
Y ya entrada la noche, y con cervezas en mano para celebrar la liturgia metalera, se lanzaron: Genaro, César, Armando, Rodrigo y Dante, al escenario… Para este momento, y casi a reventar el local, estábamos la mayoría de pie frente a los instrumentos, listos para rendir tributo a esa magna banda de Metal Progresivo.
Comencé a tomar fotos y a preparar el video, miraba a mis alrededores y la euforia era tanta, que pude pensar que hasta podría estar en el estadio de Kolkata en la India y los 150,000 fans de The Arkitecht alrededor mío. ¡Puta Madre! ¡Qué emoción!
“Through Broken Glass” nació de esos instrumentos y al primer decibel ya estaba Dante deleitándonos con su excelente voz, una voz “bien educada”. Mi querido Dante: Deja te digo que en las vocales estás muy cabrón… Esos cambios de guturales, graves y agudos, no a cualquiera se le dan… Unas cuerdas vocales de primer orden. Y la rola, sin palabras, a todos prendió desde el inicio, y las melenas de Armando y César adornaban las letras.
Le siguió otra obra maestra, ésta bajo el nombre de “Elation” (rola que tengo como fondo en este preciso momento en que escribo estas humildes palabras para mis 2 únicos lectores), y que es la continuación en el álbum de “Through Broken Glass”.
Apenas la segunda rola de la noche y el sentimiento del hervor sanguíneo burbujeando en las venas era continuo y desenfrenado… ¡Queríamos más y más metal!
En el álbum viene, por llamarle así, una segunda parte que consiste en una rola de larga duración bajo el nombre de “Face Thief”. Son 32:16 minutos exquisitos de un metal progresivo al puro y mismo estilo de The Arkitecht con influencias de, bueno… de ya se imaginarán las bandas cuando escuchen el álbum completo.
Esta rola no la interpretarían en vivo, en primera por la duración y en los conciertos generalmente prefieren rolas rápidas.
Terminaba “Elation” cuando Dante anunciaba: “Face Thief”. What the Hell? ¿Cómo va a ser posible esto?
Y que se arrancan con esta magna rola ante la cual mis reverencias al creador Genaro, se hacían presentes.
¿Face Thief? SÍ. Exactamente esa rola se la aventaron de proa a popa, cual vil Titanic de miles de toneladas, pero de puro, total y absoluto metal.
En esta rola se constató el bajo de mi brother Armando. ¡No mames Brother! Te diste el lujo de brindarnos toda una cátedra de cómo se le debe hacer el amor a esas cuerdas y soltar esos sonidos tan lujuriosos que le provocas.
Genaro: ¿Qué carajos más puedo decirte? Eres un semidiós en crecimiento, un genio también tras los teclados y tras la guitarra. Aún tengo grabados en mis pocos bytes de mi cerebro esas escenas donde se puede constatar tu disfrute al compartirnos esa música tan brillante con tus fieles seguidores.
Aparecieron “Hyperstructure” y “Blackout”… y la algarabía para que el recital fuera infinito, crecía con las palmas de las manos…
Estuve a tan solo unos pasos de César, el guitarrista principal. Mi estimado César, los videos que has subido están poca madre, pero ya en vivo y a todo color, en verdad quedé anonada… bueno, quedé “apendejado” ante el virtuosismo que manejas con las cuerdas. Verte revolotear cual jilguero en una jaula con un felino dentro, fue inexplicable. Ya la guitarra es una extensión de tu cuerpo y alma.
¡Ah!, pero eso no es todo. Al fondo, tras la bataca, se encuentra Rodrigo.
Alguna vez vi tocar, perdón, vi “madrear” a la bataca de una manera tan sublime que cada percusión flotaba en mi alma. En esa ocasión estaba Carlos Carbajal tras el instrumento. Al final le comenté: “Estás muy cabrón”. Es rarísimo ver a alguien así, que le pegue con “ganas” (escribí ganas para no escribir “huevos” pues se oye medio feo) a las percusiones.
Hoy, existe otro baterista diferente y ya soy su fan. Rodrigo Uribe: se ve como disfrutas al máximo casa segundo de plática erótica con tus instrumentos de tambores, bombos y platillos.
Y más aún, porque cuanto terminó la segunda banda de tocar y The Arkitecht pasó al escenario, tuvimos otro punto de comparación. Y de esa banda a la banda de Genaro se plasmó indiscutiblemente una diferencia musical a – bis – mal.
The Arkitecht, una banda bien cohesionada, siempre en el mismo canal y sobre todo, con ese carisma que espero JAMÁS PIERDAN.
Consérvense como una Banda Unida y luchen por esa Longevidad.
Genaro, César, Armando, Dante y Rodrigo: Hermanos, mis humildes reverencias ante ustedes.
El website www.myspace.com/thearkitecht también está disponible, al igual que www.facebook.com/thearkitecht.
Saludos, y que DIO los bendiga.
carlos@zaldivar.org.mx
Toussaint-Bernal-Puentes
Eugenio Toussaint
(In Memoriam)
Toussaint-Bernal-Puentes
Kennedy Center for the Performing Arts
28 de octubre de 2007
Por Carlos Bernal
Fue Jean-Paul Sartre quien escribió aquella célebre frase sobre el jazz y los plátanos*, expresando su pasión por el jazz, pasión que comienza en su primera novela, La Náusea, donde hay varias alusiones a este género (el disco de la cantante Sophie Tucker interpretando "Some of these days" es como un leitmotiv en la novela). Quienes hemos escuchado jazz en un club, sabemos que hay mucho de cierto en la frase de Sartre, el jazz es más sabroso sentado en una vieja mesa de algún bar, con el humo de los cigarros, el ruido de las copas y los murmullos constantes de quienes simplemente no pueden escuchar sin hablar. Sin embargo, el jazz ha evolucionado y se ha ganado su lugar indiscutible en la sala de conciertos, por su refinamiento, seriedad y gran capacidad de expresión. Lejanos son ya los días (o las noches) en que uno solo podía escuchar jazz en bares, y ahora en las salas de conciertos del mundo entero, se presentan los grandes jazzistas de hoy.
Gracias a la tecnología de internet, tuve la gran fortuna de presenciar el concierto del trío del pianista y compositor Eugenio Toussaint en el Millenium Stage del Kennedy Center, con el contrabajista Agustín Bernal y el baterista Gabriel Puentes. Quienes escuchan a este trío en vivo están presenciando momentos históricos del jazz en nuestro país, porque como bien dice Eugenio en una parte del concierto, este jazz es mexicano (believe it or not), hecho en nuestro país y con la marca imborrable de lo nuestro. Difícil definir a que me refiero con "lo nuestro" en un género que nació en Estados Unidos (con raíces africanas), que evolucionó y tomo gran parte de su influencia de la música impresionista de Ravel y Debussy, que elaboró una riqueza rítmica singular y que ahora es casi universal. Supongo que se puede decir que los temas, algunos de Eugenio y otros de Agustín llevan melodías, armonías y ritmos que de alguna manera dejan su marca mexicana, ya sea en el canto de un tema, en el ritmo vivo, en los golpes de una batería en las manos del excelente músico Gabriel Puentes, cuya finura no hace más que acentuar esa mexicanidad, o latinidad, que hace todavía el termino de "lo nuestro" mucho más amplio.
El formato de trío (piano, contrabajo, batería) es standard en el jazz y cubre toda una gama de colores en un caudal que es casi inagotable. Pienso en los grandes tríos de la historia, como el de Bill Evans (Scott La Faro y Paul Motian), Oscar Peterson (Ray Brown y Ed Thigpen), Keith Jarrett (Gary Peacock y Jack DeJohnette) y Brad Mehldau (Larry Grenadier y Jorge Rossy) y sé que me quedo corto pues faltarían por lo menos una veintena por nombrar, sin embargo el arco temporal trazado (de Evans a Mehldau) cubre 50 años en la historia del jazz. Eugenio, Agustín y Gabriel son herederos de esta tradición y conocen perfectamente las posibilidades del trío, en donde el piano establece el mapa armónico, apoyado por la indispensable guía del contrabajo, cuya línea melódica enriquece en todo momento la sonoridad del grupo conduciéndolo a nuevos territorios armónicos y que apoyados por la batería crean el color tan particular del trío. En mi humilde opinión, la riqueza de esta formación viene dada por la variedad y las diferencias entre los tres instrumentos: el color tan característico de cada uno, la manera de producir el sonido, y la gran capacidad de los tres instrumentos de integrarse y mezclarse para formar un sonido nuevo.
El primer tema es Shiraz, composición de Agustín en donde el trío suena con swing, energía y dirección, lo que me hace pensar en ese rico vino del valle de Rhône de sabor y color robusto cuyo aroma no es más que el de los campos de Provence, que con el soplo del viento del Mediterráneo se filtra por la nariz cuando uno acerca la copa, cerrando los ojos y dejando correr el sabor de esa uva tan especial que poco a poco invade el paladar. Así, uno cierra los ojos y se deja llevar por la melodía viva y rítmica que da paso a un solo de contrabajo en donde la maestría de Agustín se hace bien presente desde la primera nota, la melodía ascendente, las notas repetidas, el uso de dos cuerdas simultáneas, el vibrato profundo que hace cantar al contrabajo y por supuesto la marca del fraseo de un verdadero maestro. Después viene la conversación con la batería que finalmente regresa al tema. Eugenio anuncia la segunda pieza, A Mis Hijos, composición suya, de repetición melódica insistente e hipnótica que da paso a un solo de piano elegante y delicado donde también la repetición está presente en los giros melódicos que tanto le gustan a Eugenio y que explora con elegancia. Luego viene el solo de contrabajo que se convierte en una conversación con el piano, y en las notas altas vuelve a esa repetición que el piano contesta y se desvanece para regresar de nuevo al tema principal. My New Orleans Lover, otra composición de Agustín inicia con la batería y continúa con el tema en el piano y una rápida figura melódica repetida entre el piano y el bajo: episodios cortos separados por pausas y que poco a poco se van abriendo hasta llegar al solo de piano, rítmico y con swing. Después el solo de contrabajo, da paso al solo de batería, con el grupo ahora acompañando a Gabriel y repitiendo el tema principal.
En Sideways, esa película sobre el viaje de dos amigos por los viñedos de California mi parte favorita es una conversación entre Maya y Miles, conversación que es el preludio amoroso de estos dos personajes, en donde Miles define de manera poética la uva pinot **. Así, Pinot Noir de Eugenio Toussaint me suena delicada, como esas muñecas de porcelana, cuya belleza se centra en su fragilidad y finura: eso es quizás el Pinot Noir para Miles y también para Eugenio. Sunset at Sunset, dedicada como la anterior a Clare Fischer, nos presenta ese lado latino que tanto gusta al pianista norteamericano cuyas influencias van de Sergio Méndes a Tito Puente. Picasso, otra composición de Eugenio abre con una linea tocada al unísono entre el piano y el contrabajo, que después suena algo al estilo de Chick Corea en aquella época española (Light as a Feather, My Spanish Heart) especialmente en la parte más rítmica, donde Eugenio toca un excelente solo que es seguido de otro gran solo de Agustín en donde piano y batería acompañan perfectamente el ir venir del contrabajo cuya energía inagotable desemboca en el tema y finaliza sorpresivamente.
Regresando a Sartre, quizás la clave es comer plátanos y disfrutar del Jazz al mismo tiempo, sin importar donde uno lo escuche. Me pregunto si Sartre habrá intentado comer un plátano en la vieja mesa del Café de Flore en el corazón del barrio de Saint-Germain-des-Prés donde es bien sabido pasaba tardes escribiendo o si tarareaba junto con Simone de Beauvoir algún tema de Charlie Parker en sus innumerables caminatas parisinas. Lo que está verdaderamente documentado es que hubo un encuentro entre Sartre y Parker, en el club Saint-Germain en Mayo de 1949, en donde el filósofo existencialista conversó con el gigante del saxofón sobre diversos temas, entre ellos la música contemporánea y el interés de Parker de estudiar música clásica en un conservatorio. La cita de Sartre*** sobre el hombre y su proyecto en la vida (que en realidad no es más que una manera de definir el Existencialismo), en donde la realización de dicho proyecto le da el único y verdadero sentido a su vida me parece más que acertada cuando escribo estas líneas sobre este maravilloso trío mexicano. Enhorabuena.
Ginebra, Suiza, octubre de 2007
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El video completo del concierto:
http://www.kennedy-center.org/explorer/videos/?id=M3273
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* " La musique de jazz, c'est comme les bananes, ça se consomme sur place "
(Jean-Paul Sartre OUVRES ROMANESQUES, Gallimard Bibliothèque de La Pléiade)
** El diálogo citado es el siguiente:
-You know, can I ask you a personal question, Miles?
-Sure
-Why are you so in to Pinot? I mean, it's like a thing with you
-Uh, I don't know, I don't know. Um, it's a hard grape to grow, as you know. Right? It's uh, it's thin-skinned, temperamental, ripens early. It's, you know, it's not a survivor like Cabernet, which can just grow anywhere and uh, thrive even when it's neglected. No, Pinot needs constant care and attention. You know? And in fact it can only grow in these really specific, little, tucked away corners of the world. And, and only the most patient and nurturing of growers can do it, really. Only somebody who really takes the time to understand Pinot's potential can then coax it into its fullest expression. Then, I mean, oh its flavors, they're just the most haunting and brilliant and thrilling and subtle and... ancient on the planet.
*** "L'homme n'est rien d'autre que son projet, il n'existe que dans la mesure où il se réalise, il n'est donc rien d'autre que l'ensemble de ses actes, rien d'autre que sa vie." (J.P.Sartre, L'Existentialisme est un humanisme , Nagel, p.55)
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