Del esparcimiento del estiércol porcino al cierre de chiquero.
Carlos Zaldívar
Aquel
trío que inició en el otrora Bull Pool de ciudad Satélite en aquel 2010, ahora
se convirtió en un septeto.
Inolvidables momentos y tocadas en aquel antro de
lujo al norte de la ciudad, y luego el chiquero se mudó a Valle Dorado.
Aquel trío que iniciaba este enorme tributo a
Black Sabbath principalmente, le pegaba con fuerza al METAL; así que, comenzó a
ganarse a los fans de Sabbath. Ya con el tiempo extendió su repertorio de Sabbath
& Friends, extendiendo los setlist a rolas de Dio, Ozzy Osbourne, Deep
Purple y Rainbow, entre otros, y hasta a Iron Maiden.
Desde el primer día, y hasta el último, he sido de
los fans que casi nunca ha faltado a sus presentaciones, en CDMX, EDOMEX y en QRO.,
siempre siguiendo, además de la banda, pues a los amigos, a esos brothers para
compartir algunos tragos, buenas experiencias y claro, acompañados de una buena
dosis de rolas de Black Sabbath.
Los CERDOS y amigos, es más que eso; pues, somos
una familia.
De hecho, en este blog, ya he escrito varias veces
sobre esta banda, pero ahora, con el corazón en la mano y lágrimas de felicidad
y agradecimiento, escribo esta despedida para el ahora, septeto, de Los Cerdos.
Finalmente llegó el sábado 8 de julio, ya marcado
en el calendario, como “la última cerdeada y nos vamos”, porque sería el
evento, en el Film Club Café, de Naucalpan, el destinado para que Edu, Fer &
amigos, se sentaran en el escenario y nos ofrecieran el último recital con
enormes rolas.
El escenario en el Film Club Café |
Previo a este momento, en la sala de proyecciones
disfrutamos en pantalla grande dos de los más memorables conciertos de la banda
tributo en cuestión; el primero, fue el concierto con Tim “Ripper” Owens en el
KISS Lounge, ubicado sobre la carretera MEX – Toluca y el otro fue el concierto
acústico en el Club 27 Live, en Arboledas.
Ambas grabaciones fueron plasmadas en un Blu-Ray
Disc, producido por la banda y como obsequio para sus fans. ¡Muchas gracias por
mi copia!
Y en punto de las 7:20 pm, inició el evento, con
Edu al frente de la sala y anunciando la orden del día; y justo en ese momento,
la piel se me erizó, porque sabía perfectamente que sería ya la última vez… con
Los Cerdos.
Edu Bueno, iniciando el evento. |
Volteé a mi alrededor y constaté: Estamos, justo,
los que teníamos que estar.
Además de aquellos dos eventos, también se puso
sobre la mesa, el evento con Paul Di’Anno, espectacular, y del cual tengo mis grandes
autógrafos.
Los eventos en Querétaro, indiscutiblemente, de
los mejores.
Al terminas las dos proyecciones, procedimos a la
entrega de los Blu-Ray Discs y de las respectivas playeras que compramos. La fanaticada
del chiquero se estaba armando, para el cierre del chiquero.
Y entonces, Edu con micrófono en mano, comenzó a
contar el inicio de la historia, un poco antes de junio de 2010; y cómo él y Fer,
se juntaron con el “Pipo” y comenzó esta gran aventura.
Buen momento en el que agradecieron al excelente
baterista Jorge “Pipo” Cortés, porque fue fundamental su participación para el éxito
del grupo. ¡Muchas gracias, Pipo!
Segundos después, suben al escenario, Fer (bajo),
Carolo (guitarra) y Julio (batería) para que al unísono de “Children of the Sea”,
la piel se erizara y comenzara el último evangelio según San Edu Bueno y San
Fer Bueno.
¡Ceeeerdos!
Fer, Julio, Edu y Carolo |
Un fabuloso detalle fue que, a todas las rolas, le
metieron nuevos arreglos, y les quedaron, vaya…
¡Magníficos!
Muchas intros de las mismas, eran irreconocibles,
hasta algunos segundos después en que ya las notas y las líricas las asociábamos
a las originales. Grandes interpretaciones, carajo.
Fueron muchas anécdotas que contaron entre rola y
rola, varias y además, se quedaron pendientes, sobre el chiquero, una centena
más; y si agregamos las mías, en esos conciertos, uf, serían mil más.
Luego llegó la majestuosa “Mob Rules”, con una
intro muy diferente e irreconocible. La voz de Carolo, quedó perfecta en esta
interpretación.
Era el “Tour de Olor a Muerte”, como lo bautizaron
Los Cerdos, a aquellas primeras presentaciones en ciudades cercanas a la zona metropolitana:
Querétaro, San Luis Potosí, Celaya, Irapuato, y otras.
Se dejaron venir con una mega rolota, en donde la densidad
y pesadez se dejaron sentir en todo el recinto del Film Club, y sonaba… “Black
Sabbath”.
Y a falta de una escandalosa sirena, fuimos los
fans quienes recibíamos a “War Pigs”.
Por cierto, el baterista es, por supuesto, en
grande Julio Morán, que también ha tocado con Sangre Asteka, Moenia y Pepe
Aguilar (Vaya curriculum).
¿Se imaginan a Paul Di’Anno haciendo su itacate
con un par de rebanadas de pizza y guardándolas en su bolsa? Sí, claro. Porque
así es él, y esa fue una de las tantas anécdotas que se contaron en el escenario.
Y llegó una de la Dama de Hierro: “Wrathchild” con
unos arreglos fantásticos, para que luego se subiera un “cerdo” más a acompañar
a la banda: Alejandro, el “Gomas” para interpretar una estupenda rola de Judas
Priest: “Breaking the Law”, y vaya que nos prendimos con esta canción en el
recinto. Alex, fue quien tuvo la gran fortuna de tocar con Los Cerdos para
RIPPER, en aquel abril de 2016.
Luego, en el momento sublime de este recital, Edu
platicó sobre su gran hermano, Fer, y su condición física. Y carajo, que
estupenda actitud de Fer, porque sigue haciendo (dentro de lo que cabe) lo que
le gusta y le satisface, y una prueba de esto, es que ahí estuvo, frente a
nosotros. Y tras unas palabras de Edu, se dejaron venir con “Mama I’m Coming
Home” y la piel, erizada y el corazón enternecido. El alma de Ozzy rondaba
aquel ambiente.
Y ya que el señor Osbourne andaba rondando, Los
Cerdos lo sabían, así que prestos, y se aventaron “Crazy Train”. Asombrosa
versión.
Era ya tarde, de hecho ya eran los primeros
minutos del domingo 9 de julio y el final estaba próximo, pero no era motivo
para echarle más carbón a la fogata y aunque la extinción del chiquero
aumentaba, el ímpetu estaba al máximo.
Y sonaron, “Holy Diver” de Ronnie James Dio y se
juntó con “Smoke on the Water” de Deep Purple. Gran ambiente que se respiraba
ya ante la nostalgia de la despedida.
Y fue cuando el baterista “pesado” y cantante de
Los Cerdos subió al escenario, y la ovación no espero más: “Erick, Erick…” Y se
reventaron con el par de rolas, en voz de Erick Villagómez, “Paranoid” y “Heaven
and Hell”, en cuyos coros están grabados nuestras voces. De las mejores rolas
de la banda más grande del planeta, porque los fans, nos metemos al 100% para “corear”
con el corazón y el alma. Impresionantes voces en el Film Club, que retumbaron
hasta el mismo paraíso y de ahí hasta el infierno, de ida y venida, miles de
veces.
Y bueno, faltaba la cereza, una más para que el
chiquero, quedara limpio.
Cerramos con broche de oro, y digo “cerramos” porque me incluyo, ya que también cerré un ciclo y por eso el título de esta reseña: “Quisiera que estuvieras aquí, y no estuviste”.
Y Edu, quien la dedicó a Gary Castañeda, su amigo y quien recientemente dejó de existir.
“Wish You Were Here” es una ostentosa
composición de Pink Floyd, y que, con nostalgia y ternura, se la dedicaron al
genio de Syd Barret, el amigo entrañable de por vida.
Sublime momento, en el que Leonel Barrera continúa
en los teclados, finalizando Wish You Were here, y seguirse con “High Hopes”,
mientras que Fer, se retira del escenario, bajando lentamente y en lo personal,
con las lágrimas en las mejillas. Enorme momento, mi Fer… enorme, carajo.
Leo sigue tocando, y luego baja Julio. Muchas
gracias.
Sigue sonando “High Hopes” y ahora baja Carolo,
muchas gracias.
Y entonces, con voz cortada, Edu agradece y se
despide. Al bajar, es un momento en dónde pasas en tan sólo 2 segundos, un
sinnúmero de recuerdos de estos trece años, con este bro pelón, y al que estimo
un madral. Edu baja, y se va. Me quedé mudo.
¡Enorme foto! |
Y Leo sigue con la rola de Pink Floyd.
Minutos más, y termina. Y entonces ya no hay
chiquero.
Quedan los recuerdos y enormes momentos que vivimos
con esta banda.
Quedan miles de momentos pendientes y que ya
llegarán.
Tenemos únicamente esta vida para disfrutarla, así
que ahora, pues a hacer lo que más nos gusta, a compartir los momentos, a dejar
que fluyan y a darle más al Rock & Metal, que nos satisface cada segundo
que vivimos.
Los Cerdos, ¡por siempre!
Un abrazo a ti también, estimado lector.
¡Gracias!