Arch Enemy (Angela: I dream about you!)


ARCH ENEMY

Ahora fue el turno para Angela Gossow, la mujer mala y nada sensual del metal, hablándonos con una voz dulce al sentido auditivo.

Por Carlos Zaldívar

“Poca madre”. “Muy cabrón”. Así de simple fueron los calificativos que comenté a la salida de este súper concierto en el Circo Volador. Ya tenía rato (desde Cradle of Filth en septiembre 2004) que no asistía a un evento de tal potencia, de tanto death y thrash metal, que parecía que estábamos dentro de un tsunami musical con un atractivo visual indiscutible.

En esta ocasión, el recinto de La Viga, se vistió de gala para recibir por primera vez a los suecos de Arch Enemy. Una banda cuyo primer álbum se remonta hacia 1999 y que llevó el título de “Black Earth”, cuando las vocales estaban a cargo de Johan Liiva.

Para su segundo álbum, “Stigmata” incluyen oficialmente al bajista y para el siguiente año editan “Burning Bridges” del cual se desprende la súper rola “The Immortal”.

Para ese momento, es una banda de metal muy buena. Sin noticias de algún viaje para Latinoamérica y mucho menos para México.

Pero para el año 2001, viene un cambio radical: los suecos solicitan los servicios de la alemana Angela Gossow, una extraordinaria belleza femenina sobre delgadas piernas y una larga cabellera rubia, para darle voz a su música.

Esa figura tan sensual se pierde cuando la escuchamos cantar, al estilo de un fortísimo “bajo” (voz masculina), y entonces se transforma en esa mala mujer vestida de negro, sin sensibilidad, agresiva, fuerte y de potentes cuerdas vocales. ¡Oh, sí!

Cuando se apagaron por completo las luces en el recinto, y las poco más de dos mil almas thrasheras levantamos los cánticos y alabanzas para Arch Enemy, pensé en “Nemesis”, de mis mejores rolas y que esperara que se incluyera en el “encore”. Entonces comenté a mi compañero J. M. Zamora: – “Cuando aparezca “Nemesis” me persigno y me retiro – ¡Aja!... esta súper rola fue la encargada de abrir el repertorio cargado de puro, total y absoluto metal, o como dirían los de Arch: “Pure Fucking Metal”.

En fin, continuando con sus álbumes y con el debut de la alemana en las voces, el cambio de la imagen y con la aportación de mucho poder al thrash metal, surge “Anthems of Rebellion” en el 2003. Angela también contribuye en las composiciones. Para el siguiente año editan “Dead Eyes See No Future” que consta en varias re-ediciones de rolas anteriores y algunos covers como: “Symphony of “Destruction” de Megadeth, “Kill with Power” de Manowar, “Incarnated Solvent Abuse” de Carcass y el video de “We Will Rise”; además de unas rolas en vivo.

Y finalmente, su obra reciente, del año pasado (2005) bajó el nombre de “Doomsday Machine” que incluye además un DVD con el video “Nemesis” y las rolas en vivo de “Dead Eyes See No Future” y “Ravenous”… un extraordinario DVD que no debe faltar en las filas discográficas de cualquier headbanger.

De esta manera, ARCH ENEMY se conforma en la actualidad por Angela Gossow en las potentes vocales, Michael Ammot en la guitarra principal, Christopher Ammot en la guitarra secundaria, Sharlee D’Angelo en el bajo y Daniel Erlandsson en la batería.

Una sólida y perfecta alineación para la más compleja música: el Metal.

Haré un breve paréntesis para hacer mención que para Mike Ammot es su segunda visita, pues la primera (no sé si haya hecho otras, aunque sea de turista) la realizó por el año de 1991 con el grupo inglés CARCASS durante la gira del álbum “Necroticism – Descanting The Insalubrious”; tocando en el recinto de Tlalnepantla y la ahora ex catedral del metal mexicano, la Arena López Mateos. (¡Que recuerdos!).

Como ya lo había comentado, abrieron con “Nemesis” y el efecto del “slam” invadió todo el recinto, bastante fuerte y continuo… ¡Como olvidar aquellos slams en la López, con D.R.I., Acrophet, Rigor Mortis, Kreator, Morbid Angel, y muchos otros! Pero esta vez… estaba Angela con sus “enemigos” de ARCH.

Después de abrir con “Nemesis” siguieron con “Enemy Within” a la que le siguieron “Dead Eyes See No Future” y “My Apocalypse”… y al vibrar fuertemente todas mis entrañas, pensé en las centenas de decibeles que entraban por mi sentido auditivo, pareciera como si una implosión en mis neuronas se estuviera revolviendo con ese líquido rojo proveniente de mis oídos. El éxtasis de una música única que hace honor a su calificativo: Thrash.

De ahí siguieron con “The Immortal”, “I Am Legend / Out For Blood”, “Skeleton Dance”, y “Hybrids Of Steel”… y después de un lapso muy breve, Daniel Erlandsson tomó posesión del escenario con un majestuoso solo de percusiones acompañado de un juego de luces impresionante. Un solo súper bien ejecutado, del cual espero aprendan mucho mis jóvenes amigos bateristas. Erlandsson nos metió de lleno al escenario; nos convertimos parte de esas tarolas, bombos y platillos y vibramos al compás de ellos. Fueron baterías orgásmicas, cuyo estruendor me duró por los dos días siguientes…

Aplausos, gritos, slam y una real alabanza se llevó Erlandsson cuando el solo empezó a desvanecerse, y entonces, Angela y el resto de la banda aparecieron para continuar con “Taking Back My Soul”, “Bury Me An Angel” y “Dead Bury Their Dead”; y al terminar esta rola, fue el turno para Mike y Chris. Estos dos guitarristas realizaron un excelente performance con las cuerdas, que cuando fueron dueñas y señoras del escenario, los presentes simplemente quedamos atónitos y ensordecidos (por enésima vez) y el sentido fue como un estire de las venas, casi al punto de que la yugular explotara.

Y las manecillas seguían su recorrido. Sabía que el final estaba cerca y así rogaba al señor de las tinieblas para que se alargara más y más y más…

Luego llegó “Ravenous” y entonces vino la despedida… y obvio: el encore.

En estos momentos de despedida recordé los años de gloria de Wendy O’ Williams (q.e.p.d.), con los Plasmatics, quien fuera de las pioneras “mujeres malas” en la escena del “Rock”. Y seguramente, hoy que está a la derecha del padre, no está sentada, sino continuando con esa extravagancia y rudeza de cuerdas vocales, desnuda ante el micrófono y dando consejos a las “vocalistas” de hoy. No hay duda.

Seguramente si ROCK 101 siguiera con vida, todas estas féminas estarían en las filas del extraordinario programa: “Mujeres, coma, Rock & Roll”.

Pensando en esto, llegaron para terminar “Heart Of Darkness”, “Burning Angel” y la súper rola que prendió a las miles de almas dentro del sagrado recinto, “We Will Rise” y un adiós con “Bridge Of Destiny”.

Y esta noche del martes nueve, fue un evangelio más de los ya tantos prohibidos. Fue, la palabra del señor, acompañada de rudeza, ternura y una figura bella en el escenario.

A diferencia de los DVD’s, donde Angela se dirige a los fans entre rola y rola, con esa misma voz ruda y agresiva; aquí, con nosotros, se dirigió con su voz normal, sensual, dulce y agradeciendo a todos los presentes el haber asistido. Sin lugar a dudas ella quedó más impresionada por nuestra respuesta y no dudo que ya estén planeando su regreso.

Así que, ¡hasta la próxima, Angela!

carlos@zaldivar.org.mx

Mayo 2006.

Orquesta Sinfónica Nacional

ORQUESTA SINFÓNICA NACIONAL

Concierto Infantil: El siglo XIX y la ópera en México.

Por Carlos Zaldívar

Nuevamente el Palacio de Bellas Artes fue el magno recinto para el concierto del pasado 30 de abril. Poco después del mediodía la Orquesta Sinfónica Nacional y el director Luis Fernando Luna aparecieron en escena. Segundos después apareció Arturo López Castillo en el papel de “Bajo Buffo”, el narrador de esta extraordinaria ópera cómica.

Y desde esta aparición, Regina (mi hija) sintió agrado; posiblemente por su vestuario y peinado, la de un bufón.

El programa inició con “El Maestro de Capilla” (Il Maestro Di Capella) originalmente escrita en italiano, que provoca una grata impresión al público al ver en escena a un director de orquesta cantando. Realizada por Domenico Cimarosa en Italia, y con orquestación y arreglos en este año por Julio César Quintero y actualizada al español por Arturo López Castillo.

El Maestro De Capilla permite al público comprender de una manera sencilla y cómica la manera como trabaja un director de orquesta con los músicos. Es una forma de introducir al público a la ópera ligera con el fin de mostrarles que éste también es un entretenimiento que puede generar gran placer al oído y a la vista, tanto como el cine y, obviamente, el rock y el heavy metal. Insisto una vez más, la música clásica es el origen del metal, y para muestra hay miles de botones.

Continuamos con la “Marcha Zaragoza” compuesta por Aniceto Ortega; “Galopa México” de Angela Peralta y terminamos con “Sinfonía Vapor” de Melesio Morales, no dejando duda de que México es productor de excelentes músicos y compositores a nivel internacional.

Es muy gratificante disfrutar este tipo de música, pero insisto una vez más, es tan emocionante que debería haber slam, o por lo menos que pudiéramos pararnos a brincar y aplaudir sin lo sermones ni el “sshhhh” de las demás personas.

Este evento sirvió para enseñarle a Regina algunos datos sobre la Orquesta, como los músicos, los instrumentos y el director; de los cuales sobresalieron las percusiones, el violoncello y el violín. Pero más que todo lo anterior, hubo un personaje que más le gustó y quien me pareció fue la cereza del pastel: “La Rata del Palacio”, interpretada por Luz María Meza. Este personaje le dio el toque infantil al evento, pues de inmediato los niños presentes (y adultos también) la identificamos como la “Rata Vieja”, aquella que en la canción infantil, “…por no saber planchar, se quemó la cola…”

Esperando que este tipo de eventos sean continuos y que Regina continúe con la educación y sensibilización de ese sentido tan maravilloso: el auditivo.