ÉRASE UNA VEZ, UN DIAMANTE EN LA ARENA
Por Carlos Zaldívar
Divagar entre la razón y los sentimientos o simplemente recorrer sin sentido todas las direcciones que nos muestren aquellos dos. Amistad y amor. ¿Cómo saber la diferencia? Y más aún, ¿Cuándo conocer los límites entre esos dos grandes e inseparables sentimientos?
Pues la respuesta no es sencilla y probablemente no pueda expresarla de ipsofacto.
Me comentaron que hay personas que quieren con la cabeza, con la razón, y no con el corazón. ¿Podemos querer con la cabeza sin utilizar el corazón? Mi respuesta fue inmediata. Creo y aseguro en su totalidad que alguien pueda querer con la cabeza, es decir, expresar realmente un cariño hacia alguien, racionalmente. A los amigos los queremos con el corazón aunque a veces ellos sientan que es con la cabeza, es interés comprado cuando sucede así; pero muy desinteresadamente cuando hacemos a un lado los vicios racionales que nos llenan de telarañas ese pequeño y enorme dispositivo denominado cerebro.
En el transcurso de cualquier amistad, corto o largo, de 2 semanas o 2 años, se pueden traspasar los límites de la amistad, llegando a un punto en el que perdemos orientación emocional y todas nuestras armas con que contábamos para saber entre querer y amar se desvanecen. Entonces ¿cómo saber cuando es hemisferio izquierdo o hemisferio derecho?
Generalmente en aspectos como éste, todos creemos que queremos con el corazón, pero hay que recordar que "el amor duele cuando sólo uno es el que ama" (love hurts when only one is in love, Rick Springfield). Es aquí cuando nos encontramos en el límite y nuestra decisión consiste en avanzar tan sólo unos decímetros hacia delante o retrocederlos.
Recordemos las letras de "Cuando el Corazón Manda a la Mente" (When the Heart Rules the Mind, S. Howe & S. Hackett): "Cuando el Corazón Manda a la Mente, Basta una sola Mirada para que el Corazón quede Ciego". Por eso decimos que el Amor es Ciego y que siempre va acompañado de la Locura.
Originalmente este texto llevaría por título "Cuando el Corazón Manda a la Mente", pero dadas ciertas circunstancias de personas inspiradoras para el mismo, se cambió. ¿Por qué? Porque simplemente inicié a escribir con la mente y ahora termino estas líneas con divagaciones sentimentales donde se pierden mis emociones; esperando a que alguien las encuentre.
Y hago referencia a estas frases que me regalaron:
"Escoger a quien quieres con la cabeza y no con el corazón o lo que es igual: escoges con la cabeza lo que es del corazón."
"Cuando eliges a alguien con la cabeza y no con el corazón, no quieres, simplemente alucinas. Alucinar, es escoger con la cabeza lo que es del corazón."
Dedicado
a ti, que eres el Diamante que he encontrado entre trillones de granos de arena
y que NO pienso regresar al mar.
No comments:
Post a Comment