MESES DE FUEGO Y TERNURA
Pasaron diez días, para
volverte a ver,
diez eternidades que me pesan en el alma.
Tu ausencia es un eco que me golpea en cada suspiro,
y, sin embargo, en ese vacío,
sólo crece el amor que te tengo.
Cumpliremos meses,
trece lunas de pasión, confianza y locura,
trece lunas en las que tu piel
ha sido mi templo,
y tus labios, mi salvación.
Recuerdo la última vez…
cómo enloquecimos,
cómo nuestros cuerpos se fundieron
en un incendio sin final.
Bebí de ti como quien bebe el agua más pura,
te recorrí con mi boca, con mi alma,
hasta que tus gritos, tus gemidos, se volvieron música, (Here For You)
un canto sagrado que me hace
amarte aún más,
desearte aún más,
necesitarte hasta perder la razón.
Te extraño, amor mío,
extraño el vértigo de tu mirada,
el huracán de tus caricias,
la dulzura de tu risa
que se mezcla con mi deseo.
Mañana será un nuevo
comienzo,
una nueva batalla de besos,
una guerra sagrada de pasión y ternura.
Volveré a verte el jueves, a perderme en ti,
volveré a beberte,
volveré a enloquecer en tu fuego,
porque tú eres mi destino,
mi amor verdadero,
mi deseo infinito.
Y cuando nos fundamos de
nuevo,
el mundo dejará de girar,
porque solo existiremos tú y yo,
en un abrazo eterno,
en una pasión sin final.
“Meses contigo
son apenas el comienzo,
porque contigo aprendí que el amor verdadero no tiene tiempo,
solo tiene pasión, ternura y eternidad.
Feliz aniversario, mi vida,
mi cómplice, mi delirio, mi hogar.”
Un día, algún
día…
Aquel verano
del ‘24