Para E, de C.
Y el
mundo se volteó
Giró
ciento ochenta grados
La vida
es light
La
vida es superflua
El hambre
de conocimiento ha desaparecido
Vagamos
y tragamos lo que se nos muestra
Consumimos
lo que necesitamos, y nos equivocamos
Nos convertimos
en autómatas
Y volvimos
a consumir lo que no necesitamos
Las
relaciones son también, light
La
comodidad sustituyó a las relaciones
La
conveniencia es el requisito
Y en
el amor, lo que nos convenga
Nada nos
parece, el cristal nos muestra otra realidad
Y me
protegí de una buena armadura
Y el
nihilismo me corroe las entrañas
Y así
pasaba la vida
Somos
autómatas, y de cristal
Hasta que
tu maldita indecencia de robarme el corazón…
Tu
maldita, perfecta, sublime y tierna manera de besarme, me enamoró…
Y tu
maldita mirada tan profunda…
Me han
hecho tuyo
Y
aunque me digan que enamorarme de ti es una pendejada,
Deseo convertirme
en el ser más pendejo del Universo
Con todo mi amor