Congreso Mexicano de Ateísmo


CONGRESO MEXICANO DE ATEÍSMO
El Laicismo en la Educación (México)
Carlos Zaldívar

Buenas tardes.
Voy a exponer varios indicadores basados en mi experiencia de ya casi 30 años en la docencia, con factores que afectan directamente a la educación en los niños y jóvenes dentro de las escuelas religiosas, formando un rezago académico, posiblemente “involuntario” por parte de los directivos de aquellas.
De hecho el INEGI tiene varios faltantes en cuanto a indicadores entre religión y educación.

Existe una falta de “integridad” en los jóvenes estudiantes el día de hoy.
Integridad es “ser lo que se dice que es”. Pero con la religión en las escuelas, no sucede.
Podemos ver claramente lo que explica Anton Szandor LaVey.

ANTECEDENTES
Una cuestión de origen en este punto es responder: ¿Por qué la existencia de un dios es obvia? Dios existe porque lo dice en “el libro sagrado”. ¿Quién escribió ese libro? ¿Acaso dios ya sabía escribir, o era analfabeta? O a la acción de “poner” símbolos en un papel, ¿Se le llamó escritura?
A la gran mayoría de habitantes en el mundo se nos “impone” la religión desde antes de nacer. (Sólo miren a su pasado algunos lustros)
Es por costumbre y por tradición inculcarnos a un dios sin importar la religión o el total convencimiento de la misma de los padres. El objetivo es tener una para poder vivir “bien”. Consecuentemente en muchos países tiende a relacionar a ese dios a la “religión predominante”, porque es la religión de todo momento en la sociedad.
En el caso de México, crecemos, en su mayoría, con un dios que corresponde al “catolicismo”.
Y así suceden los primeros 5 años de la infancia: crecer en una sociedad con una religión que para muchos es totalmente desconocida y estar totalmente convencidos de que así debe ser, porque “mamá” así nos lo enseñó.
Y tomemos en cuenta que “mamá” siempre tiene la razón. Y ¡Cuidado! Si la contradecíamos.


Entonces entramos a la educación básica y contamos con 2 opciones:
1.    Entramos a una escuela pública donde NO hay enseñanza de la religión.
(Bueno, al menos eso se dice, pero en la práctica, siempre hay algún maestro que reza antes de iniciar clases, o la escuela continuamente ofrece misas para ciertos eventos o días festivos durante el ciclo escolar).
Y es aquí donde la gran mayoría de los padres toma en cuenta los siguientes factores para inscribir a sus hijos a la escuela seleccionada:
a.    Por la cercanía a casa
b.    Porque deben ir a la escuela y esa fue donde no cobran.
c.    Otra respuesta.
Pero no se tomaron otros dos factores importantes:
a.    Porque es la mejor escuela para los hijos, sin importar la distancia.
b.    Porque es “laica” y me interesa que la educación “en la escuela” se enfoque totalmente al conocimiento y aprendizaje.
c.    Otra respuesta.
Este sondeo lo realicé en 1994 cuando laboré en una escuela pequeña “laica” al sur de la ciudad de México, y me di cuenta que el total de población de alumnos correspondía a un nivel socio económico bajo medio, donde el 100% de los padres de familia eran católicos.
Aun así, los padres estaban conformes con el sistema educativo, pues académicamente el nivel era medio y los faltantes eran comunes en todos los grados, desde material físico para las clases, hasta la capacitación constante de sus maestros.
Pero la conformidad se dio porque el sistema directivo del colegio proclamaba que sus hijos estaban en buenas manos y que “dios” los bendecía. Esto, se llama “chantaje religioso”, el cubrir aquellos faltantes con la utopía de que algún dios los recompensaría con “bendiciones”; y
2.    Entramos a una escuela particular con enseñanza religiosa, y es aquí donde mamá se desentiende de seguir enseñándonos una religión completa y bien argumentada; no porque ya no pueda, sino porque “no sabe” y entonces delega esa “i – rresponsabilidad” a los maestros y directivos de la escuela.
Los padres de familia toman en cuenta para inscribir a sus hijos, los siguientes factores, o al menos uno de estos:
a.    Porque me queda cerca y es la más barata (Nunca inscribirían a su hijos en una escuela oficial porque son muy malas) y no importa que sea religiosa.
b.    Porque “ahí estudié yo” y quisiera que mi hijo tuviera las mismas experiencias. (Gran error, porque todo cambia y nunca se repiten las mismas experiencias).
c.    Porque es religiosa y no quiero que a mi hijo le llenen su cabecita con mentiras y cosas feas.
d.    Otra respuesta. (No hubo)
Pero tampoco tomaron en cuenta estos factores:
a.    Porque es religiosa y corresponde a la religión que profesamos en familia y quiero que mi hijo tenga la misma trayectoria. De hecho la importancia de la religión en una familia es mínima. Ahora no importa si se cumplen con sus mandamientos, preceptos, recomendaciones y la asistencia a las liturgias, exceptuando al judaísmo, que realmente “obliga” a las familias a cumplir ciertos requisitos, mismos que se heredan por costumbre.
La cuestión es: ¿Cuántas personas “religiosas” son 100% religiosas, de acuerdo a su religión? Analízate tú mismo.
b.    Porque aunque sea religiosa, tiene un altísimo nivel académico; simplemente le indico a mi hijo que sea tolerante y que no tome en cuenta esa religión. Existen escuelas religiosas, que a pesar de su intolerancia, aceptan a alumnos que no profesen esa religión. ¿Incoherencia? Simplemente hoy en día la competencia entre las escuelas (que no debería existir) ya no se basa en la “calidad” sino en la “cantidad”.
En el ciclo escolar anterior, en un colegio católico hubo 3 casos de alumnos que no tenían el perfil mínimo requerido para ingresar, pero la madre administradora vio el símbolo de $, y no lo pensó dos veces: “Fueron aceptados”. Hoy, se reflejan ya los factores negativos tanto para esos alumnos como para el grupo y los maestros.
c.    Otra respuesta.
Nunca cuestionamos a mamá en primaria.

En la secundaria, comienzan pequeñas dudas, más aún si en la secundaria no se imparte religión, pero tampoco cuestionamos a mamá. En esta etapa nos acercamos más a nuestros profesores y siempre hay alguno al que le tengamos más confianza, y le preguntamos (después de pensarlo “n” veces, y tomar valor para hacerlo):
Usted, - “¿Cree en dios?” -
Este primer paso es el camino a otra verdad, la absoluta.
Y, entonces: ¿Quién es dios? ¿En donde está? ¿Quién lo creó? ¿De dónde salió? ¿Dónde vive? ¿Vive en Iztapalapa? ¿Vive acaso en La Bondojito? ¿En Interlomas? ¿En Santa Fé? ¿Dónde?
Y entonces aquella pregunta se frecuenta y buscamos respuestas.
Y en ipso facto, salta nuestra mamá (primeramente), la abuela, las tías y “n” mil parientes, vecinos y miembros de la “parroquia vecinal” y exclaman:
Dios existe, porque ahí está escrito: en la biblia, y ¡te callas, cabrón!
Fin de dudas, ya no preguntábamos más, pues al ver toda esa maraña de personas alrededor de nuestra cabeza, desistimos.
Y en la preparatoria, y en otro momento, nos atrevemos a preguntar, más directamente a mamá: Pero, ¿Y quién escribió la biblia?
Obviamente, hijo mío: dios.
Y muchos no la contradicen, excepto yo.
¿Cuántas personas de nosotros fuimos educados en ambientes religiosos, tanto en la familia como en la escuela?
Muchos.
Importante: NO significa esto que las escuelas LAICAS sean mejores que las RELIGIOSAS, pero si se dirigen de una manera inteligente y bien administrada sin perder que el principal objetivo es el CONOCIMIENTO y FORMAR niños y jóvenes COMPETENTES y BUENOS CIUDADANOS, entonces sí.




INDICADORES:
¿Cuál es la tendencia de en estos indicadores en el rubro de “habitantes SIN religión”?
¿Las escuelas están incidiendo directa o indirectamente en este indicador?
Seguramente sí. Los indicadores se basan en poblaciones con habitantes mayores a 5 años. Es decir, que un recién nacido ya forma parte para incrementar el rubro de “católicos”, entre otras religiones; pero en la adolescencia tiende a cambiar éste, para formar parte de la población “sin religión”.

El catálogo utilizado en el Censo del año 2000 para identificar a las religiones incluye la existencia de al menos 70 credos que pueden agruparse en 10 grandes corrientes religiosas. (INEGI)
Desde el punto de vista numérico, los datos confirman que la población residente en el país continúa siendo mayoritariamente católica. El 88.2% de los habitantes de 5 años y más se declara como tal. Sin embargo, al comparar esta proporción con la de hace 10 años, que era de 89.7%, se evidencia una ligera disminución en su participación, que ha sido absorbida por otros grupos religiosos, principalmente
Protestantes y evangélicos, cuyo porcentaje pasó de 4.9 a 5.2% de 1990 al año 2000, así como por el incremento de la población que declara no profesar religión alguna. (INEGI)

Y seguirá disminuyendo.


Según INEGI en México a nivel nacional:
En 1893 sólo existían 4,876 escuelas registradas.
En 1900 existían 9,464 escuelas, de las cuales 60 eran de educación superior. En 1922 se creó la S.E.P.
En 1950 existían 25,413 escuelas, de las cuales 157 eran de educación superior.
En 1998 existían 203,949 escuelas, de las cuales 987 eran de educación superior donde hay muchas que pertenecen a alguna sociedad religiosa.
En 2009, había 239,186 escuelas de educación básica y media superior; y 4,462 de educación superior.
·         Esto indica que el porcentaje de escuelas de educación superior ha tendido a disminuir en las décadas entre 1950 y 2000. Curiosamente en esas décadas se respetaba mucho el promedio académico para poder ingresar a la escuela.
·         Hoy proliferan las escuelas de “educación superior” pequeñas y rápidas, lo que ha provocado que las grandes universidades ahora admitan a todos los aspirantes sin toma en cuenta un promedio académico mínimo. Para tal caso deben cursar un propedéutico y automáticamente ingresan. Las otras escuelas nacieron ante la necesidad de dar cabida a los “aspirantes rechazados” en las primeras. Hoy, la competencia se ha convertido de “calidad” a “cantidad” como ya lo mencioné anteriormente.

Esto conlleva a que la impartición de la religión en las universidades también ha disminuido. La diversificación y el aumento de “alumnos sin religión” han incitado a los directivos a ya no enseñar “moral”, “educación en la fe”, “religión” o alguna otra materia, dentro del aula. Ahora todos son invitados a participar en eventos religiosos y a cambiar a la religión a la que pertenece la escuela, haciendo menos al estudio del conocimiento y la “verdad”.

De hecho, es una muestra de la intolerancia religiosa que se vive hoy en día en esas escuelas: “Te admito aunque no seas religioso. (Pero durante tu estancia te estaré invitando para que prediques la nuestras)”.

Dentro de ranking de las mejores 50 universidades en el país, sólo aparecen 3 religiosas, mismas que no imparten RELIGIÓN como materia en el aula.

Analicemos estos números, del INEGI también:
Cifras muy accesibles para las religiones, donde aprovecharon al máximo el ingreso de “fieles” a sus iglesias.
El incremento de la población total crece exponencialmente en comparación a la población SIN religión.

Podría afirmar (Sólo podría) que casi todos los analfabetas son religiosos. ¿Acaso está ligado el primer adjetivo con el segundo? No lo sé con exactitud, pero lo que he vivido me demuestra que van casi de la mano; que el primero incluye al segundo, más no al revés.

Pero ¿Qué es un ALFABETA hoy en día?


LAICISMO EN LA ESCUELA.
El por qué las instituciones religiosas se aferran en “construir” instituciones para “educar” a la población, haciendo entender a los padres de familia que ellos no tienen autoridad para hacerlo. La realidad es que los padres de familia deben ser los únicos en inculcar alguna religión en los hijos, y en un momento dado, acudir a instituciones / iglesias para alguna ayuda.

El ser religioso, creyente, practicante… no se aprende en la escuela”.
José Luis García Garrido.

El sentido trascendente de la vida y la formación religiosa en su sentido más pleno, o se transmiten en el seno del propio hogar, con los oportunos apoyos exteriores, o difícilmente se trasmiten en las escuelas.
En Francia, Estados Unidos no se enseña religión en las escuelas, aunque en otras muchas sí lo hacen. Pero ese no importa, de hecho la religión se debe enseñar desde el punto de vista histórico, teológico y filosófico, para poder entender otras materias, como el arte, historia, filosofía, ética y las ciencias.
Dentro de las escuelas, la enseñanza de la religión no es como tal, como una materia curricular dentro del plan de estudios, sino que, cada escuela la enseña de acuerdo a su “moral” y se enfoca a que el alumno DEBE creer en dios ya que de lo contrario estaría viviendo en pecado, y todo pecado es malo.
Esta religión se basa en el convencionalismo de la costumbre y tradición de cada religión en la sociedad. Nunca por la verdad ni como apoyo para otras ciencias.
En una entrevista al Cardenal Zenon Grocholewski (Polonia, 1939) sobre la educación el las escuelas, menciona:

En la escuela católica siempre hay más orden. Transmite ciertos valores de honradez, de verdad, de amor. Suscita un espíritu crítico hacia las drogas y la delincuencia, trasmite los valores de la belleza y de la bondad que todos agradecen. Por eso envían a sus hijos, incluso los no católicos”.


Hace todavía 3 décadas, la enseñanza de la religión servía como paliativo para las familias, y había un mejor control de los alumnos. Sembraban el miedo y por esto muchos de ellos “rezábamos”.
En casa, había confianza porque el alumno regresaba de la escuela con mejores conocimientos y “oraciones religiosas”  e igualmente servía un poco para mejorar la disciplina en el hogar.
Desde el año 2000 todo ha tendido a disminuir.
NO existen alumnos conscientes en las escuelas religiosas católicas que estén convencidos de seguir ese tipo de educación.
De hecho NO conozco a maestros que sigan esa formación y que obedezcan todos los preceptos que tiene la escuela. Siempre es un “pesar” para todos, el tener que llevar a los alumnos a misa, el suspender la clase para bajar a tomar ceniza, el omitir las faltas por cuestiones religiosas… el perder el tiempo rezando y no estudiando.
Ante todo, el conocimiento y la educación.
La religión debe ser en casa.

Pero no es así, veamos:

Escuela:        Horas de Rezo / Religión  Ciencias / Exámenes         Tec. / Comp.
Religiosa       3 horas x sem.                     4 horas x sem                      2 horas x sem.
Laica              0 horas x sem                      6 horas x sem                      4 horas x sem


De hecho en escuelas de primer nivel, no nada más siguen los planes de estudio de la S.E.P. o alguna otra Institución Educativa, sino que también AGREGAN otros planes de estudio como I.B.O. y/o los IGCSE de la Universidad de Cambridge. Entonces estas escuelas se convierten en escuelas de PRIMER MUNDO, donde las competencias y niveles de conocimientos están a la altura de otras escuelas en todo el mundo, intercambiando temas, planes de estudio, exámenes y armando foros de debate y discusión entre alumnos y profesores.
Mientras otras escuelas sólo se basan en un plan de estudios, generalmente de S.E.P. y el resto del tiempo lo dedican a la enseñanza de alguna religión. Les enseñan a los alumnos a persignarse, rezar… les hacen exámenes sobre historias de personajes religiosos, los llevan a confesarse, realizan peregrinaciones, etc; en lugar de estudiar.
¿Qué opción es mejor?

Las respuestas se analizan en los resultados de la prueba Enlace, los resultados de las pruebas PISA a nivel internacional y los indicadores de la OCDE.
Los planes de estudio desarrollados por las instituciones educativas regulatorias en el país, cumplen con los mínimos requisitos, dando pie a dos opciones:
a.    Aprovechar el resto del tiempo para impartir religión y utilizarlo para cubrir otros eventos propios de la escuela, o
b.    Aprovechar el resto del tiempo para incrementar el currículo y expandir el nivel de conocimientos.
En México, la S.E.P. ordena por lo menos 200 días efectivos académicos por ciclo escolar:
Analicemos el presente ciclo escolar en una escuela religiosa, que inició el 20 de agosto de 2012:
3 horas por el evento y su organización para la misa de bienvenida.
2 días por salidas al templo local para pedir por un buen ciclo escolar
1 día por la peregrinación a la basílica de Guadalupe.
1 día por la celebración misionera
1 día por la peregrinación a Jesús María de Apóstoles (Rancho en S.L.P.)
1 día por el festejo del día de la  madre, festival y día libre
1 día por el festejo del día del abuelo.
4 días por los cursos con profesores en la supervisión local de la S.E.P.
3 días en preparación, pláticas y cursos para alumnos que presentan su primera comunión en la escuela
1 día del evento de la primera comunión.
1 día por el retiro que organizan con los alumnos a una iglesia cercana
3 días en preparar el evento de día de muertos, incluyendo misa.
1 día de asueto “de última hora” el 1° de noviembre.
2 días, organizando fiestas y eventos antes de vacaciones de diciembre
1 día en la kermesse del día del amor y amistad.
1 día en la kermesse del día del niño.
1 día en el evento de la partida de rosca e intercambio de regalos.
1 día en el evento deportivo para conmemorar a Pentecostés.
3 días en la preparación y evento para la pastorela y fiestas navideñas
1 día de salida a otro colegio religioso.
1 día para la celebración del adviento.
Y así como otros eventos de “última hora” y que se reportan a la S.E.P. como eventos académicos y vinculados al currículo, se pierden más de 30 días.
En una escuela laica, no existen la mayoría de estos eventos, y los que se realizan, generalmente son en horarios extraescolares. Más aún, se añaden horas de estudio para programar y elaborar proyectos sociales y de investigación. Igualmente en algunos asuetos marcados por S.E.P. se asiste a clases para cumplir con la aplicación de exámenes marcados en el calendario de la Universidad de Cambridge.
La realidad es que dejan mucho que desear los mismos planes. De hecho en algunos instantes la misma Secretaría se vuelve “cómplice” de estas instituciones.

Finalmente si las instituciones deciden construir colegios, que cumplan con tiempos y reglamentaciones del gobierno en cuanto a planes de estudio y contenidos. Si desean impartir la religión, que sea en actividades extraescolares, aun así los padres de familia deben autorizar esta actividad.

Y sobre el papel de las Secretarías de Educación a nivel estatal y federal. ¿Han logrado cumplir con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se estipula que la educación debe ser laica en TODAS las escuelas?


Datos de la OCDE:

1.    La cuarta parte de los jóvenes entre 15 y 29 años NO estudian NI trabajan.
2.    El sistema educativo más eficiente en 2009 fue el de Shanghai, cuyo PIB per cápita es muy inferior al promedio de la OCDE, lo que demuestra que un promedio bajo de ingreso no es incompatible con buenos resultados en educación.
3.    Brasil y Polonia quienes tienen un PIB similar al de México mostraron avances considerables en la prueba durante los últimos 10 años.
4.    Además no nada más los alumnos y autoridades son “culpables” de nuestro sistema educativo, ¿Y los maestros?
5.    Sólo el 20% de mexicanos entre 25 y 34 años cursan estudios superiores, en contraste con la media del 37% de la OCDE.
Supongo y estoy segur que el resto se dedica al comercio informal, a oficios informales y/o a la delincuencia; y este resto, casi del 100% son religiosos.


PROPUESTAS
Para terminar mi exposición, propondré:
·         Que la educación religiosa se elimine de los colegios. Posiblemente que No que desaparezcan las sociedades religiosas (seria imposible), sino la impartición de la religión en sus colegios.
·         Convencer a los padres de familia, que ellos son los únicos quienes deben decidir e inculcar o no una educación religiosa en sus hijos. Elegir entre una religión o enseñar siempre la verdad, sin tabúes.
·         La creación de un organismo supervisor dentro de cada secretaría para verificar el cumplimiento de tales leyes y el de revisar, actualizar y modificar los planes de estudio de los colegios. Actualmente existe una supervisión pero no a fondo, la cual se centra únicamente a aspectos de “servicios escolares” y no en temas de fondo académico.


AGRADECIMIENTO.
Mi agradecimiento a los organizadores de tan magno evento y nos vemos en el Segundo Congreso Mexicano de Ateísmo.
Profr. Carlos Zaldívar



BIBLIOGRAFÍA Y WEBOGRAFÍA:
DESENCANTO DIVINO. Miguel Ángel Betancourt Suárez. 2ª Edición. 2012. Editorial independiente.
CIENCIA, RELIGIÓN Y EDUCACIÓN. Nemesio Arriola Ramírez. 1ª Edición. 2009. Editorial Empresas Ruz, S.A. de C.V.
BIBLIA SATÁNICA. Anton Szandor LaVey. 1ª Edición. 2000. Editorial FAESAN, Inc.


3 comments:

Carolina said...

Totalmente de acuerdo. La religión debería ser enseñada en casa o bien en los Santuarios propios de cada religión.
La escuela es para preparar a los hombres y mujeres que se enfrentarán a un mundo globalizado y de alta competencia.
Desgraciadamente el "pecado" y el temor al "castigo divino", impide que muchos jóvenes vivan su vida plenamente y que tomen decisiones acertadas acerca de su futuro.
No confundir religión con valores humanos; estos últimos son los que se deberían enseñar TODOS los días en las escuelas de México.

Carlos Zaldivar said...

Muy de acuerdo Caro.
Esa es mi propuesta, ya no tanto que desaparezca la religión sino que se respete el estado laico, la educación laica (aún en los colegios religiosos) y que se respeten los 200 días RIGUROSOS de enseñanza.
Así, estaremos preparados y al nivel de cualquier sociedad globalizada del primer mundo.
Saludos.

Carlos Zaldivar said...

Ah, y claro que SIEMPRE debemos enseñar VALORES HUMANOS.