Más Pendejadas


De vez en cuando es cuando los impactos emocionales chocan en mí. Hay días en que no se aparecen y hay otros, mínimos en los que fulminan inmensamente y pegan en lo más profundo. Hoy, no fue la excepción.
Mi madre tenía una bonetería en un local en la colonia Clavería, una accesoria, como se diría en el slang defeño.
De ahí, de ese pequeño local, salieron los miles de pesos para pagar nuestras colegiaturas, mía y de mis dos hermanos… en el CEL, Centro Escolar del Lago. ¿Se imaginan el monto?
No ahondaré mucho en el tema, pero hace algunos momentos recordé algunos pasajes de aquella época.
Fueron más de 10 años invertidos en ese local, donde se vendían estambres, ropa tejida, regalos y se daban clases de tejido. Mi abuelita era la gran ayudante.

Durante ese tiempo, mi madre JAMÁS tuvo un horario para comer, nunca se negó a un cliente y siempre estuvo al pendiente para la atención en el mostrador.
Preparaba muy temprano en casa su comida, y la portaba en una bolsa, de esas del “mandado”.
Todos los días, aproximadamente entre 2 y 3 de la tarde calentaba su comida, y siempre comió por episodios.
Siempre utilizó la trastienda como una micrococina, esquipada con una minúscula parrilla eléctrica, un vaso, unos pocos cubiertos y servilletas. Según recuerdo, nunca comió de corrido, siempre había algún cliente que interrumpía esos bocados que saciaban el hambre.
Pero ante todo estaba el cliente. Siempre se iban satisfechos. A veces la “regañábamos” y le recomendábamos que pusiera el clásico letrero de “hora de comida” o algo similar. Siempre me enseñó que el “cliente es primero”. Y sí, efectivamente así es. Y gracias a eso tuvimos el acceso a un extraordinario colegio.

Me enseñó el valor del dinero.
En continuas ocasiones llegaban los clientes con billete en mano, para realizar compras mínimas. El negocio era pequeño y raras veces tenía mucho cambio o billetes de alta denominación.
En esas ocasiones, mi madre, en atención al cliente, me mandaba a mi o a alguno de mis hermanos a cambiar el billete del cliente. Generalmente íbamos a la tienda de la esquina, la farmacia o a la panadería, pero SIEMPRE regresábamos con cambio. Este servicio era de gran remuneración y prestigio para el cliente.

En otras ocasiones, por falta de automóvil viajó mucho tiempo en aquellos camiones de la Ruta 100. Inolvidables experiencias.
Por otra época, siempre llegaba noche a casa, y el transporte público no era muy común en Satélite y Lomas Verdes, así que de Clavería hasta Satélite tomaba un camión que la dejaba en Lomas Verdes.
Todas las noches de esa época, ahí estaba yo esperándola en mi bicicleta… 20 ó 30 minutos, no importaba… eran los necesarios.
Llegaba cansada. Colocaba su bolso en el lado izquierdo del manubrio de la bici y la bolsa con los trastes y recipientes de la comida, ya vacíos del otro lado del manubrio.
Me tomaba de la mano y caminábamos hacia casa.
Fueron muchos días.

Siempre tuve su apoyo y recuerdo también que jamás, pero jamás… me prohibía mis gustos, fueran extraños o desconocidos.
A pesar de que muchas tías y vecinas y amigas de ella le recomendaban que me prohibiera la música que escuchaba porque eran grupos que le rendían culto al diablo.
Fue la época de la mita de la década de los ochenta, cuando grandes demandas y acusaciones contra grupos de metal surgieron. A fin de cuentas ninguna procedió.
Pero nadie pudo contra la confianza que me dio y yo pudiera seguir disfrutando lo que hoy es mi forma de vida.

Todo esto porque hoy me encabrona que la gente se crea millonaria y se dé el lujo de “cerrar para comer” y se tarden hasta 2 horas y luego regresan tarde… y obvio, el cliente les vale madres.

Me encabrona ir a una tienda o local a comprar algo, pagar con un billete de 200 pesos y me digan “uy, no tengo cambio”. Y así de sencillo, me quitan la mercancía haciéndome entender que yo era el culpable por no traer cambio exacto.
Raras personas se preocupan por ir a cambiar y dar ese servicio al cliente.

Hoy, hago esta mención porque también apenas este fin de semana asistí al evento Rock of Ages, organizado por mis brothers de Los Cerdos y sé perfectamente el trabajo, tiempo y gran esfuerzo para organizar este tipo de eventos y más aún cuando ellos ponen la confianza en quienes les gustaría que asistiéramos y lo menos que podemos hacer es asistir para apoyarlos.
Eso también me lo enseñó mi madre, el ser íntegro y ser lo que decimos que somos, el hacer lo que decimos que haremos y el comprometernos. Pareciera difícil, pero es sencillo.

Me enseñó a ser puntual. Pero cada vez que llego puntual me dicen: ”…pendejo, llegaste temprano, hubieras llegado un poco más tarde…”
Y así es la vida… mi vida, generalmente navego contra corriente.
O, ¿Acaso también mi madre me enseño más pendejadas? (refiriéndome al escrito anterior dedicado a ella, también en este blog)

Ma’, te sigo extrañando.
Gracias por todo.

A mis hermanos con cariño, El Peto y El Oscar.

6 comments:

Carlos Zaldivar said...

Dejen comments aquí.

Anonymous said...

cuantas enseñanzas te dejó tu mamá... intento e intentaré estar a tu lado siempre que esos impactos te fulminen y toquen profundamente... Te amo
Bren

Anonymous said...

LEIDO BRO!!! Muuuchas gracias por tus palabras y por las lecciones de tus escritos!!!! Nos vemos pronto & muuuuchas gracias por el apoyo de siempre!!!! Se te aprecia un chingo bro!!!! MUCHO ROCK!!!

LOS CERDOS
TRIBUTE BAND

Anonymous said...

Y acá te guardamos tu set-list, obviamente!

Fernie FrankenPig

Anonymous said...

The Good Brothers han hablado Charlie y me uno a ellos con los agradecimientos por tu siempre apoyo incondicional a su proyecto. Un abrazote !!!

ARMANDO LÓPEZ

Black Cat said...

Toda la razón mi buen Carlos, que chida era tu jefa, la verdad da mucho gusto cuando te atienden así como lo hacia ella y como bien mencionas ahora es algo que ya casi nadie hace, parece que ahora nos están haciendo un favor al permitirnos comprar en sus establecimientos, pero la culpa al final no es de quien vende si no de quien compra.... Ni hablar mi buen, sigamos navegando contra corriente como bien dices. Eso de la puntualidad me sucede de todas todas, aun aca en Europa =S