The Doors (Oct 2004)

THE DOORS (of the 21st Century)

Las reminiscencias del Rey Lagarto

Por Carlos Zaldívar

“If the doors of perception were to be cleansed,

Everything would appear to man as it is, infinite”

William Blake

Jim Morrison y sus puertas arribaron a esta ciudad en junio. No pude asistir por razones de generación y cuentan las crónicas que fueron presentaciones espectaculares y casi censuradas. Rebeldía, drogas, sexo, y si le agregamos el dolor de la matanza en octubre pasado, son los factores que hicieron de estos cuatro conciertos, de los más grandes en la historia del rock. Era el año de 1969, en el Forum.

Veintiocho años más tarde, los que vivieran bajo la sombra del Rey Lagarto, Ray Manzarek y Robby Krieger; acompañados por Eric Burdon, Leon Russell, Michael McClure y otros, organizaron un Tributo a JIM MORRISON. Este evento de larga duración fue en el Toreo de Cuatro Caminos, también en la ciudad México. Fue el segundo arribo de los Doors; esta vez, sin Jim. El escenario adecuado, mucho alboroto y más rock.

Cinco años más tarde Ray y Robbie deciden reagruparse, pese a los problemas con John Densmore; y regresan a los escenarios con el nombre de THE DOORS OF THE 21st CENTURY. Sólo les faltaba revivir al ángel y esencia de los Doors, y tan sencillo, que alinearon a Ian Astbury, vocalista de The Cult para hacer el papel del “Impostor de Jim Morrison”. Y el trabajo fue bueno. Objetivamente puedo escribir que el escenario fue el equivocado, el Auditorio Nacional, el ambiente tampoco fue propicio pues las reglas de no fumar, no beber ni organizar un slam se permiten en ese recinto. Al repertorio faltaron decenas de canciones. Dentro de los veteranos del rock que asistimos, se colaron algunas chavitas, que parece que no les avisaron que el Rey Lagarto había fallecido hace treinta y tres años, y pensaban que era quien estaba tras el micrófono. Algunos otros pedían “Gloria” sin saber que esa rola no es de los Doors. El repertorio estuvo remasterizado gracias a la tecnología de hoy (y que extrañamos el teclado sencillo y poderoso de Manzarek). Y otros detalles más.

Subjetivamente, puedo afirmar que fue un concierto muy bueno. Pudo tomarse como un show de The Cult con covers de los Doors o un tributo a Jim Morrison acompañados de Manzarek y Krieger.

Iniciaron (si alguien dudaba que pudiera faltar) con parte de la obra de Carmina Burana, quien Manzarek tuvo bien a homenajear con un álbum a inicios de los años ochenta… e inmediatamente después llegó “Break On Through”. A partir de este momento iniciamos un sueño con la figura de Jim y recordar sus obras, poemas y desmadres que hizo en vida. Pude imaginarme por instantes que ÉL, estaba entre nosotros y recordar aquellas fotos en su visita a México.

Continuaron con rolas como “Roadhouse Blues”, “Touch Me”, “L.A. Woman”, una exquisita versión de “Spanish Caravan” y para el encore una deliciosa, larga y estridente “Light My Fire” donde comprobaron Ray y Robbie ser músicos de gran calibre y con un poder fuerte sobre los teclados y la guitarra. En algún momento se aventaron el tan meloso “No Me Moleste Mosquito” pudiendo aprovechar mejor y tocar “Love Street” o “The End” pero aún así lo disfrutamos. La imagen de Ian, estuvo a la altura de Jim, tanto en vestuario, melena y algunas actitudes. De hecho ese es un propósito de The 21st. Century… revivir al poeta maldito.

Los acompañaron el baterista Ty Dennis y el bajista Angelo Barbera.

Ahí estuve. Constaté el legado del Rey Lagarto en las personas de Ray Manzarek y Robbie Krieger. Las reminiscencias de James Douglas Morrison siguen su curso.