PRIMERA… LA PRIMERA.
La generación pionera del College
Por Mauricio Ludgar y Carlos Zaldívar
Aquella primera cita en las instalaciones del Churchill College nos dimos cuenta de semejante aventura educativa, de la cual seríamos partícipes. Pensábamos en el proyecto perfecto, el que más adelante se convertiría en realidad.
Llegaron los primeros alumnos, los primeros maestros, los primeros libros y los primeros obstáculos: una mega inundación en el Colegio donde nos dimos cuenta que el trabajo en equipo sería imprescindible en este proyecto. Y salimos a flote.
En aquella primera generación (parece lejana) se dieron cita alumnos casi en su totalidad de The Churchill School, aún con reminiscencias de la secundaria, tal como divertirse, preguntar, observar, hacer travesuras y por supuesto: poco estudio.
Durante su estancia en el College, se vivieron innumerables experiencias, tantas, que s conteo sería casi infinito. Los profesores, al igual que ellos, podemos constatar que el aprendizaje fue mucho mayor que la enseñanza. Todos aprendimos de todos.
Parte fundamental del modelo constructivista del Colegio, donde los profesores hacemos el rol de guías y tutores; y los alumnos van desarrollando su aprendizaje; se van moldeando su perfil universitario. Éste es uno de los objetivos primordiales del Colegio, además de formar personas que contribuyan a la familia y a la sociedad, formarlas para que puedan asistir a la Universidad de su elección y sin ningún contratiempo. Formarlos para acrecentar su nivel cultural, cultural y contribuir para un nivel emocional estable. Claro que en esta maravillosa época de la preparatoria es difícil darse cuenta, pero el objetivo se cumplió en el momento de la graduación.
Aquel último día de clases del ciclo escolar 2005 – 2006, se llevó a cabo la ceremonia de graduación de nuestra primera generación.
En ese momento toda la comunidad académica nos dimos cuenta del enorme trabajo que realizamos con esos jóvenes. La retroalimentación valió la pena. Los agradecimientos abundaron para todos los profesores, para los padres de familia, quienes con mucha confianza nos entregaron a sus hij@s y nos permitieron entrar en sus corazones para dejar huella en su memoria.
Aquellos jóvenes quienes nos enseñaron con sus travesuras, quienes nos compartieron sus alegrias y sus tristezas… hoy, ya se encuentran inmersos en otra aventura: La Universidad.
Hoy nos visitan y nos agradecen su estancia en el College. Y no cabe la menor duda, porque la primera es considerada como una generación piloto, pero gracias a la experiencia de todo el equipo y sus líderes, logramos forjar una generación bien cimentada en conocimientos, bien formada en valores y con la enorme responsabilidad y orgullo que significa portar el nombre de CHURCHILL COLLEGE en el ámbito universitario.
Hoy así ha sido.
Esta primera generación, a palabras de ellos mismos, ha sido diferente porque vivieron en un modelo diferente, donde los paradigmas se rompieron una y otra vez, para crear nuevos estilos de aprendizaje y nuevas formas de pensar, de hacer crítica y de moldear un perfil universitario PERSONALIZADO.
Nuestros inolvidables agradecimientos a Betty, Salua, Badui, Norbo, Liliana, Patty, Kare, Adalisa, Javs, Lulú, Gaby, Tommy, Ori, Juan Pablo, Kike y Orly. A todos ustedes que han marcado una huella indestructible dentro del CHURCHILL COLLEGE, les deseamos el gran éxito que se merecen en la aventura universitaria, en la profesional y en la familiar.
Los llevamos en nuestra memoria y en nuestro corazón.
¡Enhorabuena!