HOW TO MEASURE A PLANET?
Una de las obras maestras de “The Gathering”
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Hace poco más de un lustro concluí y compartí, que hay (había) tres discos para disfrutar totalmente y poder recorrer muchos aspectos de nuestras vidas. Discos cuya música se centra en las emociones y sentidos para que podamos recorrer nuestros fracasos y volvernos a sentir felices por nuestros éxitos, satisfacciones y realizaciones.
Estos tres álbumes son: “Alchemy” de la banda de Mark Knopfler, Dire Straits; “Reunion” de Tony Iommi y discípulos, Black Sabbath y el “Pulse” del maestro Gilmour en Pink Floyd.
Este año, agrego otro más: el cuarto álbum.
Y es que al ver a The Gathering en video, rompió muchos esquemas y paradigmas ya formados con anterioridad, mismos que se establecieron en mi mente a partir del álbum “Downfall”. Fue un giro total al disfrutar el video de “A Sound Relief”, un cambio idiotizador, hasta llegar al punto de quedar infatuado por Anneke Van Giersbergen.
Pero eso no fue todo, en marzo de este año, otro cambio radical, otra ruptura de los anteriores paradigmas y esquemas que tenía sobre la banda de los hermanos Rutten. Y el exagerado cambio fue nada menos que presenciar el concierto que dieron en el Circo Volador.
Entonces retomé la colección completa de esta banda holandesa y redescubrí (por enésima vez) el álbum “How To Measure a Planet?”, pero por primera vez, lo escuché y disfruté desde otra perspectiva: con Van Giersbergen en mi mente, frente al micrófono y con esos movimientos sensuales, brazos largos, cabello poco rizado, tatuaje muy negro contrastando con esa piel blanca y bella. Es decir, desde ese momento, con este álbum que anonadado (o apendejado para explicarme mejor), estupefacto e inmediatamente volví a colocar el cd en el carrusel respectivo. Sentí la obligación de meditar nuevamente y experimentar esos sentimientos de nostalgia y experiencias vagas de momentos inolvidables.
Este maravilloso álbum consta de dos discos compactos, el primero con nueve canciones:
La primera “Frail (you might as well be me)” de 5:03 min. nos comienza a abrir puertas para toda una aventura espacial y emocional. La voz de Van Giersbergen, tan sensual, comenzando con las palabras, . Le sigue “Great Ocean Road” de 6:19 min. provocándonos imaginar algunos preparativos de un gran viaje al más allá. Inicia con efectos en los teclados y guitarra. La escucho y doy un trago más al “scotch”… comienzo a pensar… meditar, recordar y tratar de recordar lo olvidado. La tercera rola es “Rescue Me”, si no la mejor, de las mejores. Apenas dura 6:22 min. Y el deseo por volver a vivir se vuelve intenso: “Todo lo que quiero es estar donde tú estás”… Podría tratarse de una rola tranquila y lenta, pero la fuerza de las palabras es acompañada por un estruendoso duelo entre guitarras, teclado, batería y efectos a los 3:04 minutos, el éxtasis y el clímax son el producto de ese orgasmo mental y espiritual, volviendo al mar de la tranquilidad al minuto 4 con 39 segundos. ¡Vaya emoción! De hecho esta rola se incluye en la sesión 666 de Sultans of Swing que próximamente estará circulando… por nuestras venas.
Continuando con la cuarta rola “My Electricity” de apenas 3:32 min. y con una batería tranquila (con más scotch) invitándonos a irnos más atrás en el tiempo, pareciendo un viaje a una galaxia fuera de “nuestro” sistema solar. Siguiendo con 6:01 min. de “Liberty Bell” y pasando de soprano a mezzosoprano y viceversa, Van Giersbergen se mete de lleno a celebrar el éxito del lanzamiento de esa nave inter-mental viajando años luz dentro de nuestros recuerdos.
Continuamos con “Red Is A Slow Colour” de 6:26 min. Rola incluida también en el “A Sound Relief” y provocando imaginar un paseo por ese planeta de color rojizo. Ese mismo donde pudiéramos subirnos al “Pathfinder” y recorrer los escondites más remotos y sentir la emoción de experimentar sentimientos nuevos y al terminar el recorrido, pensar, buscar en nuestras neuronas, rastros de algo olvidado, y entonces, inicia “The Big Sleep” que durante 5:01 minutos nos relaja, transportándonos a nuestro lugar de origen: el alma.
“Marooned” hace su aparición recordando como primera instancia aquella rola instrumental de Pink Floyd, donde echamos a volar la imaginación… pero aquí Anneke canta y nos lleva a lugares más profundos. “Marooned” dura 5:55 minutos, tiempo perfecto para meditar con otro “scotch”, y después… la infatuante rola de “Travel”, deleitándonos y provocando más el deseo por Anneke durante 9:06 minutos, aunque el mensaje pueda estar enfocado a toda una odisea del transbordador espacial, la música de la tripulación y a todo lo que el creador haya elaborado. Música suave, llena de satisfacciones y deseos inspirada en el ambiente espacial, tal y como le da seguimiento la rola instrumental “South American Ghost Ride”, que es con la que se inicia el segundo cd de esta extraordinaria compilación.
No cabe duda que Van Giersbergen es una excelente compositora y los músicos un apoyo emocional para lograr la conformación de esta banda como una sola alma. Esta rola dura 4:25 minutos.
Las tres siguientes rolas son “Illuminating” de 5:41 minutos, “Locked Hawai” de 3:23 minutos y “Probably Built In The Fifties” de 7:26 minutos; mismas que contribuyen al éxtasis emocional, principalmente esta última, donde se puede localizar el inicio del clímax que iniciará con la siguiente canción.
Y es que el brillante que adorna esta compilación emerge de las mentes de Hugo Prinsen y Rene Rutten (seguramente inspirados por van Giersbergen, obvio) y nos traen una fantástica composición instrumental de larga duración, que en tan sólo 28:31 minutos nos dan tremenda revolcada emocional, un fuerte impacto sentimental y para rematar, el clímax de todo este viaje sobrenatural dentro de nuestra mente, conjuntado con un orgasmo del alma justo a minuto 8 cuando el clímax y el orgasmo están en su punto final, desvaneciéndose… y al minuto 9 aproximadamente inicia un receso en ese viaje al espacio sideral de nuestro cuerpo, para que al inicio del minuto 13 y mitad del 14 nos concentremos en un alunizaje eterno, porque los casi 14 minutos restantes sirven para concluir y sentir que: deseamos repetir la experiencia.