Abril 20 de 1998.
UN VISTAZO A LA SELVA DE ASFALTO (CON BACHES)
Por Carlos Zaldívar
Pues bien, iniciaron las vacaciones y decidí echar un vistazo a ésta, tan incendiada Cd. De México. Así que decido estar OFFLINE de Internet un buen rato, y mi primer viaje fue al parque. Ubicado perdidamente en un circuito de Satélite (el parque... yo no), con juegos para niños y equipo para hacer ejercicio y a sólo 1 hora de mi humilde mansión, llegué y sólo pude estar ahí un poco más de una hora. Realmente todavía no encuentro la razón, si es por que alguna masa de gente (1 señor con 2 niños, y 2 señoras con 3 niños) iba a tirar la basura discretamente, o por que otra masa (3 parejas de novios) utilizan el parque como medio de descanso, medio para dormir, para meditar, u otras cosas (llámese Cama). Así que decido retirarme con mis hijos.
¿Nos llevas al Parque Prehistórico?; me preguntaron. ¡Y como negarme!, ¡Imposible! Así que otro día adquirimos 3 boletos en taquilla a precios populares (no supe si son populares, por famosos o por que son para el pueblo), y nos adentramos al mundo jurásico. Nuestra primera reacción o sentimiento fue el de estar verdaderamente en aquella época (en un infierno y sin ventilación). Recomiendo ampliamente un paseo por este centro recreativo, ubicado en el Parque Naucalli, los Robots, la Exposición, el Recorrido están excelentes (además estaba una replica de mi suegra), incluyendo los Souvenirs. Ojalá puedan visitarlo prontamente.
¡Y qué contar del Viaje al Centro Histérico de la Ciudad de México! (SÍ, lo escribí con "e" no con "o", ¿Y?). Iniciando el recorrido, perdiendo casi 50 minutos, buscando un local o comercio por las calles del centro, donde me pudieran arreglar una cámara fotográfica, que nunca encontré (eso sí, cargándola todo el tiempo). Desistí y nos dirigimos al Museo de Antropología, el cual no visitaba desde hace más de 6 años. Y en todo este tiempo realmente ha cambiado poco el Museo. Lo que sí me llamó la atención, fueron los Voladores de Papantla ubicados a un lado de la explanada del Museo. Observarlos es interesante, y más aún, cuando van bajando desde lo más alto del mástil entrelazados en el cable y observo 2 pequeños brillos (pensé en efectos especiales), pero no. Simplemente, que de los 4 los voladores con vestimenta prehispánica, 2 de ellos traían Relojes de cuarzo Citizen (¿voladores modernos o relojes prehispánicos?). Bajan e inmediatamente a pedir una ayuda o donación para el evento (comúnmente llamada "limosna" para la "papa" y el "chesco"). Pero en estos momentos estoy para que me den limosna y no darla yo. Así que, emprendimos la huída.
Hago un breve paréntesis para recordarles a mis queridos lectores, que me encanta utilizar los medios de transporte colectivos (identifíquense como "metro" y "peseras") ya que actualmente solo cuento con los cassettes para el stereo del automóvil (y uno que otro CD).
Continuando con este "Tour Histérico Central", otro día nos dirigimos a la Alameda del Sur, ubicada en Miramontes y Calzada de no sé quien. Allí se ubica una fuente bastante grande que por ignorancia o mala información es confundida por mamás y niños como Chapoteadero y/o Lavadero (¿o el equivocado era yo?). Bien vale la pena el alquiler de los coches eléctricos y bicicletas familiares; el cual es económico y divertido para los niños (no para uno, que va detrás de ellos caminando), la comida y antojitos son excelentes y sin mucho smog. Muy recomendable.
Tomar un vehículo correspondiente al Sistema de Transporte Colectivo a muy tempranas horas o muy tardía, resulta curioso (y descansado), pues resulta que a esas horas los trabajadores en general, personas empleadas y uno que otro turista perdido, van o vienen de su lugar de trabajo, y es precisamente a esa hora y en ese lugar ("metro" o "pesera") que aprovechan para pestañear o plenamente dormir. Además ya están tan acostumbrados que su reloj biológico los despierta automáticamente 5 segundos antes de llegar a su destino. Imaginemos a los ladrones que "laboran" en ese horario: Antes, gritaban: "Arriba las manos, este es un asalto" y ahora no gritan, sino que con voz normal, dicen: "Hey, ustedes, despierten... este es un asalto!" (O cambian de horario de labores al pasaje o a los ladrones).
Aproveché también para llevar ropa a la tintorería (algunos trajes que compré en La Coruña), y es admirable la campaña que realizan dichos comercios: Por cada 20 ganchos (en buen estado) que se les devuelva, se obtendrá un servicio gratis para una prenda. Y mejor aún, es que con esta forma de reciclaje y/o reuso de los ganchos, ya la gran mayoría de taxistas y uno que otro particular dejarán de utilizarlos como antenas para su radio del vehículo. Felicitaciones a los responsables de las Tintorerías.
"Como te ven te tratan", bien me lo decía mi Abuelita (y ahora con mascarilla de oxígeno me lo sigue diciendo). Y es cierto. Uno entra a Plaza Lindavista en fin de semana con playera sin mangas, bermudas o pants viejos, tenis deslavados, sin calcetas y con gorra (después de andar en bicicleta) y obvio que con algunos pesos de más en el bolsillo (mínimo $6.40 para un Gatorade) no nos ofrecen absolutamente nada las edecanes, ni demostradoras ni representantes de tarjetas; pero si en cambio vamos a la misma plaza de traje, corbata de seda y sin un clavo (y menos un peso) en el bolsillo, todos se nos vienen encima ofreciéndonos sus servicios y promociones.
También aproveché para ver televisión, ya que últimamente no lo hacía (y es que no tengo) y me pasaba un buen rato sentado en el Departamento de Electrodomésticos de la Comercial Mexicana de Atizapán. Programas malísimos, como Telenovelas, Soccer Nacional, algunos programas cómicos (donde los chistes y albures son antiquísimos y por lo tanto aburridos), algunos noticieros donde nos dan atole con el dedo (el anular, no piensen mal) y hasta programas culturales que parecen interesantes, pero al final de estos, en los créditos aparece: "escenas filmadas por Fulano en 1969" (o sea, bien actuales, ¿no?). Lo rescatable y muy recomendable de la televisión es: Derbez en Cuando, Hechos de la Noche, Baseball el lunes por la noche, Bisbirije, Otro Rollo. De lo muy malo en la "telera de, y para las masas" de esta ciudad (llámense mexicanos y mexiquenses) encontramos programas como: Mirada de Mujer (ya piensen en otra cosa), y partidos de... (¿cómo se llama ese deporte en donde 20 de 22 mamíferos corren detrás de una esférica?)... bueno de eso. Imagínense 1 solo mes a dichas masas sin ver (en la tele), ni tener contacto con el Soccer nacional. ¿Se imaginan?.
Fuimos en un excelente día, de compras a Aurrerá y a la Comercial Mexicana, mucho calor, y por cierto el personal de Aurrera nunca supo indicarnos donde se encontraba el maíz pozolero, (¿o más bien, nunca se atrevieron a decirnos "no sé"?) y decidimos sentarnos a disfrutar de unas bebidas refrescantes en la Fuente de Sodas. Créanlo o no, es cierto, y cuando hace mucho calor nos damos cuenta de Qué PÉSIMO gusto tiene el mamífero habitante de esta Ciudad para VESTIR; y es que observamos lo siguiente: El clásico señor de bigote y barba (tipo Neanderthal) con shorts azules, camiseta amarilla (sin mangas) con un logo que dice "CA" y con calcetas y zapatos de charol; la señora que pesa cerca de 200 kilos y que su enemigo número 1 le dijo: "Si te pones esa minifalda te verías muy sensual y fascinante" (y aquella que se la pone); el señor que suda por litros y que viste sus bermudas de mezclilla, su camisa abierta (obvio que sin los vellos), sus calcetas deportivas (panam) y sus botas vaqueras (tipo mi amigo Bronco) y con las 8 bolsas del mandado (si es que mandado se le puede decir a 4 sixes, 2 caguamas, y Sabritones, que es la botana más barata); los niños que traen sus playeras de Dragon Ball Z del tianguis (2 x 1), en "purititos" calzones (que por detrás traen una etiqueta con la leyenda "Trueno"), con sus zapatos ortopédicos (no tengo nada en contra de ellos) y con medio flujo nasal que invaden todo el labio superior. Bueno, total que terminamos nuestras bebidas y emigramos a otro punto de la ciudad.
Estuvimos en el parque del Seguro Social para presenciar al Rey de los Deportes, en un duelo clásico (NO el clásico que conoce el clásico mexicano, sino otro clásico más clásico), Tigres de México vs. Los Diablos Rojos de México. Ir al parque del S.S. y no consumir los famosos tacos de cochinita es como ir a Acapulco y no ir a la playa. Consumidos estos, pasamos a la botana y a los refrescos. Y al son de los batazos disfrutamos de un buen encuentro, lástima de nuestros vecinos de adelante, que (marido y mujer) competían en comer pistaches y en tapizar el suelo de cascaritas. Disfrutamos aun más del partido escuchándolo simultáneamente por radio y como dice Pepe Segarra en cada ponche: "¡Otro más que muerde el polvo!" (¿lo mismo diría de Emilio M. González, de Octavio Paz y de Linda McCartney?) o en cada Home Run: "¡La canica está del otro lado de la cerca!". Se hizo de noche y emprendimos a la retirada.
Y el calor sigue.
También nos dedicamos a intercambiar libros y películas y poder disfrutar en casa lo mejor del papel y del video (la única lata fue bajar diariamente por una bolsa con hielos) y puedo recomendar como excelentes los siguientes libros: "Guide for Life", Matt Groening; "El Libro de Poesías", S. Díaz Miró; y "La Hora Final de Castro", Andrés Oppenheimer; además de las siguientes películas: "Principio y Fin", "Profundo Carmesí", "Michael", "The Bridges of Madison County", "The mirror has two faces", "G.I. Jane" y "Breakdown"; todo esto además de los periódicos "Reforma" y "Excélsior".
De última hora, felicitamos a un tal Zabludovsky por la entrevista a un tal Gates.
Y antes de terminar quiero agradecer a todos los personajes (de este vistazo) que me inspiraron a escribir este artículo y plasmarlo posteriormente en alma y cerebro de mis amigos lectores, y les pregunto: "¿Tendrá que ver algo la EDUCACIÓN y la CULTURA en todo esto?". Se los dejo de tarea.
Y por fin, para terminar, me encuentro de regreso frente a la PC y me doy cuenta de lo muy atrasado que estoy, así que a TRABAJAR de nuevo.